Debo confesarlo queridos freakys: soy un poco temerosa cuando se trata de animé. Cuando me dicen que van a cometer la «ecuación del desastre» o sea los live-action, comienzo a tener miedo, y en otras ocasiones cuando dicen que harán una nueva versión de un animé, arqueo una ceja y espero a ver que puede pasar.

Por supuesto no siempre es lo mejor, hemos visto golazos y desastres. Pero hay un miedo especial cuando me dicen que es una nueva versión de Saint Seiya.

Y les explico porque: esta serie es una de los primeros animes que tengo memoria de ver, demás está decir que de vez en cuando regreso a verla porque, es de esos animes épicos que vale la pena repetir. Y he visto todas sus encarnaciones. Dichas encarnaciones hay que agregar, no siempre han tenido tanta suerte y digamos, en esta pasada Saint Seiya por lo general, ha tenido un paso discutible a diferencia de otras franquicias.

Ví la maravillosa Lost Canvas (justicia para Lost Canvas), Soul of Gold (ahhh), Omega (sin comentarios) y Saintia Sho (algún día, lo prometo), todas las películas, incluso el prólogo a la saga del cielo (que era buena la idea pero muy mala en la ejecución y sin duda un gran trabajo de Shingo Araki) y Legend of Sanctuary (que a mí me gustó al menos) en pocas palabras me he sometido a muchas vejaciones para ver esta franquicia, porque amo el mundo de Saint Seiya.

Obviamente, cuando supe que Netflix decidió decir: «oigan parece que les gusta el animé, ¿que tal si lo hago yo?» y aquí estamos con seis episodios disponibles y después de haberlos visto, vengo a desahogarme.

Seré justa: no todo es tan terrible. Visualmente es muy bonita y se agradece el que intenten mantener todo el trabajo maravilloso que hizo Shingo Araki y posteriormente Michi Hameno con el diseño de personajes. La animación de Toei es fluida y no hay ni modo crayón o modo estático que son parte de las malas costumbres que han tenido en series televisivas como Dragon Ball Super e incluso en Ovas Premium (ESTRENADAS EN EL CINE) como Digimon Adventure Tri. Ese es otro desastre de Hindenburg…

Pero, me estoy desviando.

Siendo honesta, mis miedos estaban justificados desde el segundo 1 porque supe que esto no iba a funcionar con ese opening. ESE OPENING. ¿Saben? El primer opening que ví de esta serie fue ese inmortal acento español cantando acerca de los guardianes del universo y recién para una animexpo en que iban a mostrar en una película en el planetario supe lo que era Pegasus Fantasy (por supuesto, en japonés) cantada a todo pulmón por los asistentes. Fue un momento imborrable en mi vida porque… sé que para todos aquellos que cantaban el opening era así de importante esto. Demás está decir que en inglés el opening pierde mucho la emoción y la épica y si eso se recupera a lo largo de la serie pues…

Sigamos, ¿les parece?

Estos primeros seis episodios abarcan lo que conocemos como «el torneo galáctico» es decir, la introducción a la leyenda de los caballeros, y hay elementos que me gustaron o al menos me intrigaron y otros que simplemente no me terminaron de convencer. Toma algunos elementos del manga original, como el hecho de que Saori sepa que es Athena desde el principio pero, con eso dicho, hay una serie de decisiones que se toman con… los pies y no se entiende si es que no vieron el animé original o algo.

Y ojo, tengo claro que esta nueva encarnación no está diseñada para mí, pero ya vamos a ahondar ese punto.

Las relaciones entre los personajes ocurren porque sí, y de a poco vas entendiendo que hay algo que le falta a esta serie, porque resulta muy ágil pero también cosas que son sumamente gratuitas. La relación de hermandad entre Seiya, Shiryu, Shun y Hyoga es algo que se desarrolla rápido pero a causa de estar en situaciones muy extremas. ¿Aquí? Pasa porque la verdad el guión lo decía y se siente que no pasó nada tan importante que lograra el hacer ese clic. Si uno vio el anime noventero, sabe que eventualmente estos chicos van a ser amigos.

Ni hablar del «torneo» que es algo espantosamente poco digno porque de combates épicos, no hay nada. NADA DE NADA. Las peleas son standards, y es un par de golpes y ya, no hay estrategia, no hay esos choques de cosmo espectaculares como los de antaño. Y sé que estoy muy influenciada por el animé anterior. Pero entiendan lo épica que esta serie es, no solo por la trama, sino también por sus personajes. Que están bastante mutilados en esta versión.

¿Saben? Los personajes en Saint Seiya si, tenían que pelear, pero ellos son hombres altamente sensibles que saben que pelear es un deber y no algo que hacen por gusto, y hablando de personajes mutilados…

Es hora de hablar de Shun y la polémica de que sea mujer.

Este es un tema que en su momento causó muchos, pero muchos ataques a la serie. Y en su momento estaba dispuesta a mirar esta nueva versión, pero el problema es que, estaba dispuesta a dejar pasar esto, si tenía algún punto. Pero no lo tiene.

Shun siempre fue un personaje que para ser creado en la década de los 80, desafiaba el estereotipo del macho que busca pelear con todos, él peleaba solo como última opción, porque sabía que era una pérdida de tiempo, de hecho era de una ideología pacifista. Shun es uno de esos personajes que queríamos porque teniendo en cuenta en lo que él estaba metido era el más noble y puro de todos. Y pese a tener un carácter más dócil, de todos modos era una tormenta que escondía más de una sorpresa. Como el ser la reencarnación de Hades, por ejemplo.

Y hay otro personaje que fue brutalmente apaleado y desaparecido en esta nueva serie y es quizá uno de los daños más terribles que se le puede hacer.. Y ese es la banda sonora.

Si nos ponemos a pensar de que Saint Seiya tenía 5 personajes principales, pues nos equivocamos, porque son 6, hay un personaje que nadie ve, pero es más imponente que cualquiera. La música que rodea los momentos compuesta por Seiji Yokohama es inmortal por una razón. Es una de las mejores bandas sonoras que he escuchado en un animé sino es que la mejor. En serio, escuchen un track de la banda sonora y es increíble lo emocionante que es escucharla una y otra vez. A mí, aún me causa escalofríos.

 

Y finalmente llegó el momento de hablar del elefante en la habitación… el doblaje.

Tengo entendido que Arturo Castañeda, el director de este elenco, hizo todo, todo lo posible para hacer un buen trabajo y traer a todo el elenco clásico. Trajo a Armando Larumbe para interpretar a Tatsumi y Marú Guerrero para la misma tarea con Shaina y Marín respectivamente, y Pedro D’Aguillón Jr para Mitsumasa Kido, papel que anteriormente había interpretado su padre. Visto así, se siente como un buen homenaje, porque las voces, todas hacen un buen trabajo. Salvo una.

Si, la voz de Seiya. Interpretada por la espantosa voz de Darío Yazbek Bernal.

Miren, en serio. Lo intenté. Quería darle una oportunidad. Se escuchaba horrible en los tráilers pero pensé ingenuamente que mejoraría y no es el caso. Su actuación es pésima. Y no se hace agradable con el paso de los episodios, lo único constante en él es que es una mala actuación.

Me podrán decir, que este es su primer papel haciendo doblaje, pero, ¿saben? Otro startalent, Alfonso Herrera (que fue Poncho en RBD y sí, CANTÓ EN REBELDE) le puso ganas y pasión al proyecto, y ahí está la diferencia: no hay nada, ABSOLUTAMENTE NADA que haga sentir que Yazbek lo está intentando.

Y eso es algo muy triste considerando los zapatos que hay que llenar respecto al personaje de Seiya. Porque la voz del santo de Pegaso no es cualquiera, es la voz del ilustrísimo don José de Jesús Barrero.

Jesús «Chucho» Barrero no era cualquier actor. Él era un actor que amaba hacer lo que hacía, un profesional, que veía a cada personaje como un desafío y se esforzaba por completo. Cada proyecto lo apasionaba y analizaba y amaba a cada personaje que hizo a lo largo de su carrera. Me tocó conocerlo en dos ocasiones y recuerdo particularmente que aquella vez que lo ví en 2014 ad portas de estrenar Legend of Sanctuary estaba  simplemente fascinado de regresar a doblar a Seiya que era un personaje que él quiso tanto. Su estudio de doblaje se llamó estudio Pegaso.

Solo escuchen como este maravilloso actor habla del Santo de Pegaso.

Porque sí. Saint Seiya no fue cualquier animé. 

Es más, gracias a Saint Seiya, se comenzó a investigar quienes eran los actores mexicanos que hacían esta tarea. Este animé abrió muchas puertas y fueron muchos foros posteriormente en los que estuve debatiendo y aprendiendo más de todas las voces que marcaron esta serie y tantas otras posteriormente.

Nosotros nos volvimos apasionados por Saint Seiya porque el mismo Chucho Barrero era apasionado dirigiendo este proyecto y actuando en él. Por eso quisimos y aún queremos a esta serie y por eso voy a regresar a este universo.

Yo entiendo. Hace años que el querido Chucho Barrero nos dejó. Pero habían muchos actores que podrían haber hecho un buen trabajo. Está Irwin Daayán, Adrián Fogarty e incluso el mismo Pepe Vilchis, sobrino de Barrero y que justamente inició en el doblaje en esta serie POR ÉL. ¿No habría sido un hermoso homenaje?

Con ellos tres estoy segura que podría haber sentido más entrega en esta serie. Estas voces, esta música nos hizo enamorarnos de esta serie y nos tomamos en serio el anime. No lo vimos como algo solo para niños. Lo vimos como algo importante.

¿Esto…? Pues es un proyecto en el que no hay pasión alguna.

Y me da pena queridos freakys. Me da mucha pena, porque se siente que es una adaptación estadounidense que no se molestó en entender lo que es este animé. Es algo que quiere ser fiel, ser algo nuevo pero no tiene alma.

Hay elementos que pueden mejorar, quiero pensar que los hay, pero por ahora… solo tengo sentimientos encontrados.

 

 

 

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