Bienvenidos queridos freakys, a una nueva reseña del penúltimo episodio de esta octava y última temporada de Game of Thrones que ha sido bastante controversial, y este análisis, lo sabemos bien. Hemos demorado, pero, esto es porque de verdad este es un episodio difícil de analizar y más si nos ponemos a pensar de que este es el penúltimo episodio. Y este es un capítulo de verdad que pasan demasiadas cosas y la gente se ha manifestado, se ha dicho mucha crítica, muchas acotaciones acerca de los actos de los personajes. En nuestro caso, tanto mi khaleesi Erika como quien les habla Kobato hemos escogido tomar nuestro tiempo para analizar el episodio con todos sus elementos y dar una visión lo más objetiva posible, en que les pedimos queridos freakys que recuerden siempre: todo lo que diremos a continuación, proviene de nuestro gran amor por la saga de Canción de hielo y fuego.

 

Dicho esto, le cedo el texto a mi querida Khaleesi, a quien no puedo agradecerle más que semana a semana se de el tiempo de este proyecto. Muchas gracias querida amiga.

 

Con las palabras de Khaleesi

 

Desde lo que sucedió con Ned Stark y luego en la Boda Roja supe que Game of Thrones tenía reservado para mí gran cantidad de despedidas y de decepciones, de personajes poco heroico, actuando como humanos y no como héroes, muertes ignominiosas lejos del campo de batalla y muchas otras lindezas más. Es difícil asumirlo, porque estamos acostumbrados a muertes heroicas y sacrificios poéticos en el género, pero Game of Thrones jamás nos has entregado lo que queremos. La frase de Ramsay Bolton resuena en mi mente en estos minutos: «Si crees que esto va a terminar bien, no estás poniendo atención» y, ya faltando un solo capítulo para el final, esto se hace cada vez más evidente.

 

A muchos de nosotros el capítulo llamado “Las Campanas” nos dejó una sensación de desazón y tristeza pocas veces experimentado en fantasía épica y por eso es cada vez más complicado hacer una reseña desapegada de las sensaciones de malestar que podría generarnos ver todas nuestras esperanzas rotas y todo lo que creíamos derrumbado, igual que Desembarco del Rey. En muchos sentidos el capítulo en sí es una representación gráfica de lo que muchos de los espectadores sentimos.

Es difícil saber si mi desazón es la que está haciendo mella en mi yo «comentarista» y me está forzando a ver errores de ejecución donde tal vez no los hay o donde tal vez, en circunstancias más amables, habría dejado pasar más fácilmente.

El capítulo tiene características maravillosas en muchos aspectos, vamos con aquello que me gustó y luego vamos con aquello que no me gustó tanto.

 

La Dirección

Las Campanas es un capítulo muy bien dirigido y con una fotografía hermosa, es difícil dejar de maravillarse con planos magníficos, con el uso del color, de las luces y las sombras y de planos que podrían convertirse en postales sin problemas.

La Música

Ramin Djawadi le ha dado una calidad y una ambientación magnífica a toda la serie, no podemos imaginar Juego de Tronos sin sus composiciones en las que ha sabido mezclar de manera perfecta los sonidos medievales con sonidos e instrumentos más «exóticos», pero su trabajo en este capítulo fue especialmente importante, dado que con su música nos entregó más información que el guión mismo y le dio coherencia a ciertas situaciones que sin él habría sido aún más difícil de comprender.

 

La escena de Tyrion – Jaime

Una actuación de gran calidad, un momento bellamente escrito, conmovedor y muy humano es lo que Peter Dinklage y Nikolaj Coster-Waldau protagonizaron, un momento memorable que bien valió el capítulo.

 

La actuación de Emilia Clarke y Lena Headey

La caída en el abismo de fuego y sangre de Daenerys Targaryen no podría estar mejor representada que por la actuación de Emilia Clarke, quien hasta ahora nos había dado excelentes momentos con el personaje, pero que en este capítulo representa muchísimo sin palabras, y hay que pensar que todo lo hizo actuando sola, frente a un croma verde.

Por su parte Lena Headey es capaz de representar la caída de Cersei Lannister a tal nivel que, incluso quienes odiamos el personaje, podemos empatizar con su desmoronamiento psicológico, hasta llegar a su muerte. Desembarco del Rey la representa como personaje y además es quien en el fondo la asesina.Gracias Lena Headey.

 

La pelea entre el Perro y la Montaña

Por años habíamos estado esperando este momento y finalmente pudimos tenerlo en pantalla, los dos hermanos luchando, pero lo que más me gustó, es que El Perro, un personaje secundario y un villano en un comienzo, se desarrolló de una manera tan bien cuidada temporada a temporada que ahora que lo veía luchar contra su hermanos, un zombi casi sin dolor y sin miedo, me interesaba lo que estaba pasando. Alguna vez sentí odio por Sandor Clegane y, frente a la pantalla 8 años después, sentí su muerte y su partida.

 

Lo que no me gustó tanto

No quiero ser muy específica respecto a lo que no me ha gustado de este episodio, pero creo que lo que más me molesta no es el «que» sino el «como», creo que es una de las temporadas más apresuradas y se siente diferente de lo que habíamos estados viendo en las anteriores entregas. Cuando se anunció que harían una última temporada de 6 episodios yo fui de las que celebró, porque consideraba que ya todos los arcos argumentales estaban cerrados y que solo veríamos acción, pero no fue así, los guionistas continuaron desarrollando sus personajes y, más allá de si lo encuentro interesante, que sí, lo encuentro interesante, me parece que se requerían al menos 2 episodios más para cerrar el asunto. Y eso se ve reflejado en este capítulo, donde el personaje de Daenerys Targaryen se precipitó como nunca hacia un abismo de locura del que muy difícilmente podrá salvar.

Entiendo que hay detalles durante todas las temporadas que nos dicen que hay bondad en Dany, pero que anuncian un poco este “final”. Le han arrebatado todo, Daenerys es una mujer abusada y vendida como un mueble que supo salir adelante y empoderarse, siempre hizo todo por su pueblo, dejando de lado sus ambiciones, luego, al llegar a Poniente, Dany sacrificó todo por Jon y su empresa por vencer a los Caminantes Blancos, aún así fue tratada como una extranjera, fue dejada de lado, fue traicionada. Perdió a su protector, a su mejor amiga y consejera, perdió su flota gracias a los malos consejos de Tyrion Lannister. Es un personaje que lo está perdiendo todo, incluso el amor de Jon por quien ella entregó todo, incluida la vida de 2 de sus hijo-dragones. Y cuando gana la batalla sola contra el ejército de Cersei, la gente no reacciona, no la aclama como en las otras ciudades que conquistó. Sangre y Fuego es el lema de la Casa Targaryen. Este cambio, muy a lo Anakin Skywalker, se siente un poco apresurado, se siente que salió de la nada y más que error de guión es un poco de edición y del poco tiempo que tienen para armar ese arco. Aún así Daenerys es uno de los personajes de más peso en la historia y aún no sabemos cómo la resolverán.

Lo mismo me sucedió con Jamie Lannister, quien regresó a los brazos de Cersei solo para morir en ellos, mostrándonos que su desarrollo como personaje estuvo siempre ligado al amor incondicional a su hermana. Esto me parece bien, porque no todos tomamos las decisiones correctas y no todos los personajes deben avanzar hacia donde queremos para ser buenos personajes. Lo que me molestó es lo que sucedió con Brienne, ese romance fugaz que no le entregó mucho a su personaje, pero este es un error del episodio anterior y no de este.

Me gustó la muerte de Varys, me pareció que murió por hacer lo que mejor sabía hacer que era conspirar, sin embargo, ese escena me hubiese gustado que estuviera mejor planteada, no la escena de la muerte, sino la escena previa, cuando Varys conspira en las sombras para anunciar a Jon como verdadero rey, traicionando a Daenerys. Con dos capítulos más en esta temporada se habría podido desarrollar más esta idea.

Este es un capítulo de dulce y de agraz, y los sentimientos se mezclan, lo que queríamos, lo que soñamos tener nunca estuvo a nuestro alcance, siempre fue una utopía. La Canción de Hielo y Fuego no es la historia de dos amantes heroicos, es la historia del hielo versus el fuego, de dos fuerzas opositoras por el trono. Y aún así, después de todo lo analizado, no sabría decir cómo puede terminar esta historia. Ahora solo resta esperar por el último episodio, el último DOMINGOT, la última lucha por Poniente.

Con la mirada de Kobato en el Norte 

 

Quisiera comenzar comentando el hecho de que, me pasó durante esta semana es que si vemos este episodio y la batalla por Winterfell, podemos notar como es un acto entero. El fuego defendiendo al hielo y el fuego atacando. La saga de canción de hielo y fuego siempre se ha enfocado en ver lo que es la fuerza de destrucción entre estos dos elementos. Por otro lado, George RR Martin siempre ha sido enfático en decir que los dragones son prácticamente armas nucleares.

El episodio comienza con Varys mandando unas cartas y conversando con una niña pequeña a la que, al parecer, logra persuadir para que envenene la comida de Daenerys, una jugada muy terrible, porque eso es traición, pero de todos modos sabemos hacia dónde va su camino. Mientras espera esa fatal decisión, manda una serie de cartas, presumiblemente a los lords que quedan de Westeros para que ellos derroquen a la reina. De alguna manera con su muerte se cierra el camino para el último miembro del consejo del rey, y el destino que Melisandre le había dicho o que la misma Dany le advirtió: que moriría si la traicionaba.

Quizá lo inesperado fue, que Tyrion lo traicionara.

El maestre Aemon Targaryen lo dijo una vez: Un Targaryen solo en el mundo es algo muy triste, porque así está Daenerys: sola, despojada de las personas en quienes más confiaba, ¿y que le queda? confiar en gente que es dudosa como Tyrion y solo puede culpar al resto por la situación.

 

Tyrion presiente esto, y realiza un plan que, lo sabemos bien: le va a traer problemas con Daenerys pero no pierde nada al intentar: rescatar a Jaime, con quien comparte uno de los momentos más hermosos de la serie, al decirle que lo ama y que agradece el hecho de que nunca lo vio como un monstruo a diferencia de Cersei. E increíblemente, pese a todo el odio que hay entre Cersei y Tyrion, él aún quiere ayudar a su hermana: le dice a Jaime que vaya  a King’s landing con la esperanza de que distraiga a Cersei y haga sonar las campanas como sinónimo de rendición y esto no se convierta en un baño de fuego y sangre, sabiendo que esto puede conducir a su muerte.

 

Se puede deducir que han pasado un par de semanas desde la muerte de Missandei, y Daenerys ha decidido un nuevo plan de ataque, y uno muy bueno, que recuerda a las antiguas tácticas de Aegon el conquistador, atacar desde el mismo sol y quemar a todos sus enemigos. Deben ser muchos los que se preguntan ¿y porqué no utilizó esta táctica antes?  Y esto podemos explicarlo porque la vez pasada, Daenerys iba bajando a un nivel más bajo y sus enemigos se escondieron detrás de un risco camino a Dragonstone. Por lo tanto Daeny aprendió de sus errores y quemó a la flota de hierro. 

Pero Daeny no se queda solo con eso, destruye las defensas de la ciudad, los escorpiones, y la compañía dorada que resulta no ser tan efectiva, cosa que lamento mucho pero que sabía que podía pasar esto.

Con todo esto, el panorama se ve auspicioso, ¿verdad? El ejército defensor va cayendo, y poco a poco se van rindiendo, tiran sus armas al suelo y las campanas suenan.

 Pero la última de los Targaryen toma otra decisión: este es el momento del clímax, tanto del episodio como de ella como personaje. Todo lo que ha sufrido a lo largo de su vida, y todo de lo que la han despojado, ha repercutido fuertemente en su alma, por lo tanto ¿es realmente cuestionable su decisión?

 

Daenerys fue traicionada prácticamente por todos, incluido Jon, llegó a un continente donde no se siente amada y lo único que le queda es el miedo. Ella dice como declaración de principio: “entonces, que sea el miedo” lo que hace eco del “yo escojo la violencia”. Ella queda en un estado de un dolor que la quema aún más que las llamas que salen de Drogon, es tanto lo que le han quitado, sus amigos, el amor, todo. Por otro lado, cuando la llaman “la reina loca” me encantaría aclararles, que Daenerys en todo momento se ve en completo control de sus acciones. Sabe lo que está haciendo, pero es el dolor lo que la ha movido, a diferencia de su padre, que tenía una risa socarrona cada vez que quemaba a alguien. Dany tiene un objetivo específico. Quizá el método no fue el mejor, pero, es lo que ella escogió hacer embargada por todo el mundo que perdió.

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Podemos empatizar con ella o no, podemos entenderla o no, pero, es un camino que ella ya tenía claro: ella planeó quemar ciudades enteras, pero dentro de todo, Daenerys es una buena persona, que lo único que quiere es hacer las cosas bien, pero sus impulsos, su dolor y su ira fueron más grandes. Te recuerda un poco el camino de Anakin Skywalker, y esto es porque la guerra nos puede convertir en monstruos, es cosa de ver cómo eso repercute en su ejército.

Paralelamente vemos a Davos intentando salvar a algunas personas, y a Jon también salvar a una mujer de ser abusada, intenta llamar a sus tropas a que se retiren y reacciona con miedo al ver todo, y imagino que esto va a ser peor cuando sepa que esto es provocado por alguien que ama. Porque el daño es tan grande, que ahora lo importante es sobrevivir.

Y hablando de los sobrevivientes, hablemos de Sandor y Arya, ambos también con un objetivo: Sandor quiere matar a su hermano, y Arya quiere asesinar a la reina, ambos movidos por la venganza. Pero al llegar al momento, Sandor le dice a Arya que vuelva a casa, que siga con su vida, y ante su insistencia, le pregunta si acaso quiere terminar como él. Podría ser que la esté previniendo de una lucha peligrosa, pero también hay algo más allá de lo evidente: a lo largo de la serie, vemos que Sandor solo se ha encariñado (a su modo) de dos personas, y esas son las hermanas Stark, sobre todo de Arya con quien convivió tanto tiempo, y no desea que tenga una vida como él.

Cuando ella se da vuelta y decide regresar, lo llama por su nombre, y solo le dice «gracias». Arya así,  no solo decide tomar su consejo sino también abandonar ese odio que le ha guiado sus pasos desde la primera temporada. En este ciclo, nos muestran a una Arya que intenta ser más humana a diferencia de la máquina de asesinatos en la que se convirtió, y escoge salvar vidas: por supuesto, falla. Pero lo intenta, aún así, escoge la vida y la esperanza.

Sandor no. Y al llegar contra su hermano, es el momento que esperábamos, el momento por el que Jaime Lannister dijo que: mataría por ver: CLEGANEBOWL. La lucha es feroz, y en un punto es frustrante, porque Sandor no logra matar a su hermano de la manera en que usualmente suele hacerlo, con su espada, sino a través del fuego, elemento que los unió para mal en su infancia, los unió para siempre en la muerte.

Quizá uno de los aspectos que no me gustó fue la lucha de Euron contra Jaime porque creo que nunca tuvieron un motivo por el cual pelear, pero, fue una buena pelea, y hizo que Jaime llegara con la persona que esperaba: Cersei, que estaba muerta de miedo y llorando, rogando por vivir, con su orgullo mancillado una vez más, era una actuación tan fuerte, tan impresionante, que pese a todo lo que es Cersei Lannister, uno no podía evitar sentir algo de pena por ella. Lena Headey merece todos los premios, y como dijo Erika más arriba, Emilia también.

 

Todo va cerrando de a poco en lo que quedó de la guerra, con la pregunta ¿en que se han convertido? Hay mucho que hacer para el próximo episodio, y se siente que todo puede pasar.

 

Por hoy los dejamos, y estaremos atentas a sus comentarios, esperaremos con ansias este último DominGOT y hasta entonces…

 

 

Valar Morghulis

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