Estamos a pocos días del estreno de Bohemian Rhapsody, la película que promete contar la historia de Freddie Mercury, y son muchos los pensamientos que invaden mi memoria, porque, Freddie Mercury y Queen, han sido una banda sonora que siempre ha estado en mi vida. Son un clásico, tienen canciones increíbles que marcaron a una generación.

Pero partamos por hablar del hombre que tiene un registro de voz tan impresionante que nadie pudo (ni podrá) llenar jamás el vacío que nos dejó después de su partida. Sobre todo porque Freddie no solo era la voz de Queen, sino también escribía las canciones y también era el productor musical.

Farrokh Bulsara es el nombre con el que nació que posteriormente lo cambiaría al nombre que lo inmortalizaría, provenía de Zanzibar y creció en India hasta que se vino con su familia a Inglaterra. Y después en adelante, los pasos que lo llevarían a la gloria solo irían dejando en evidencia el genio musical que escondía. O su genio artístico, ¿sabían que tenía un grado académico en arte y diseño gráfico? Él mismo diseñó el logo de Queen basándose en los signos zodiacales de sus compañeros.

Hablemos un poco de su voz: tenía un rango vocal estimado de cuatro octavas y es considerado uno de los mejores vocalistas de todos los tiempos, especialmente debido a su tono único y su habilidad para cambiar su estilo de línea a línea, ¿se han fijado como en cualquier canción -escojan una en sus mentes- puede cantar en un tono de balada y después volverse una tormenta con su voz? Esa mis queridos freakys es una capacidad que no muchos tienen, por no decir, nadie.

Y hablar de su capacidad vocal es decir poco, veámoslo entonces en el escenario. Freddie no era solo un cantante de los quizá cuantos que hay, no. Freddie era una fuerza de la naturaleza, era una presencia tan potente que era imposible despegar los ojos de él, porque era hipnotizante e impredecible de lo que haría a continuación ¿se sentaría a tocar el piano? ¿Pasearía con su capa y su corona? ¿Haría que una nota sonara más alta que la otra? Eso, también lo convirtió en el mejor frontman de la historia. y eso no lo digo yo, o alguien que se dedica a la crítica de música, ¿saben quien lo dijo? El mismismo David Bowie que también es otro cantante de múltiples talentos: «Freddie lo llevó más lejos que el resto….él era definitivamente un hombre que podía tener una audiencia en la palma de su mano».

Ojo, no es el único que ha alabado a la banda y a Mercury. Los alaban, hasta hoy.

Demás está hablar de los variados temas que compuso que iban desde querer hacer que en el estadio se pusieran de pie e hicieran una ola a sentirse libre o decir que nadie podría detenerlo, también le escribía a un gran amor en su vida: su gatos, Jerry, Tom, Oscar y Tiffany y se decía que cuando se iba de gira solía hablarles por teléfono.

Se decía que Freddie desde siempre supo que estaba destinado a ser una estrella. Y si lo iba a ser, sería bajo sus términos porque siempre hizo lo que quiso, nunca intentó vender una imagen de algo, como muchos artistas lo hacen hoy, quería incorporar todas las artes posibles a su propia presentación, no solo ser un cantante, sino ser un artista, en todo sentido: “Odio hacer lo mismo todo el tiempo. Me gusta ver lo que está sucediendo en este momento de la música, el cine y el teatro e incorporarlo” dijo en alguna ocasión.

Freddie Mercury o Farrokh Bulsara, como lo queramos llamar, nunca buscó encajar sino que iba por algo más grande: sobresalir, aprovechó su talento y marcó una huella imborrable, hasta el día de hoy sus canciones son tarareadas, cada vez que alguien se alza con desde el triunfo más pequeño al más grande puedes escuchar el «We are the champions», así de trascendentales son sus canciones, por lo tanto, quizá era natural que se decidiera hacer una película dedicada a un episodio de su vida desde la formación del grupo hasta el concierto de 1985 en que cantaría en el macroconcierto de Live Aid, para recaudar fondos para países de África Oriental, seis años de que nos dejara.

Muerto antes de su hora diríamos después, pero, ¿murió realmente? No. No realmente. Porque lo cierto es, que cada vez que alguien descubre su música, cada vez que tararea una de sus canciones, y cada vez que uno se pone su corona, Freddie está más vivo que nunca, dando un megaconcierto aún más grande, porque simplemente ya es inmortal. 

«Es un revolucionario, porque no creo que nunca se haya dejado marginar o segregarse en un grupo en particular. Esencialmente, hizo lo que todos nosotros, como sociedad colectiva, aspiramos a hacer en este momento, que es no ser etiquetados, ser lo más auténticos posible sin que nadie intente ponernos en una caja en particular». – Rami Malek

La invitación queridos freakys ya está, vayamos a ver a este titán, una vez más.

 

 

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