Chile en los 70 sufrió por lejos y desde cualquier mirada, un cambio drástico arraigado en una profunda herida política, social y personal que hasta el día de hoy nos repercute, incluso en generaciones que no vivieron en carne propia las injusticias, atrocidades y muertes.
La historia de un trio de amigos partícipes del polémico y extinto partido “Patria y Libertad” a comienzos del conflicto político y económico en nuestro país, nos llevará a conocer las raíces de sus decisiones, las que brotaron con los años y emergieron en enormes ramas y púas que posiblemente, cambien el destino de todos quienes los rodean.

Sinopsis:

Inés y Justo eran universitarios derechistas en el 71. Tras la postulación de Inés a un concurso de belleza, conocen a Gerardo, quien compartía sus mismos intereses políticos extremistas y radicales.
El día a día constaba en la defensa de esta llamada “patria” contagiada por el comunismo, la que no estuvo exenta de romance y secretos.
Luego de 40 años los recuerdos y pecados cometidos tienen la intención de salir a la luz, e Inés no lo permitirá bajo ninguna circunstancia.

Reseña:

Es 1971 y Chile ha vivido la fama mundial tras elegir democráticamente a un presidente socialista, situación que no tiene a todo el país contento.
Inés y Justo son una pareja que no está de acuerdo con la presidencia socialista y tras una sesión fotográfica para la candidatura universitaria de Inés, conocen a Gerardo, un joven con los mismos pensamientos e ideales políticos.
Juntos establecen una amistad basada en la violencia, rebeldía y la extrema posición política que los lleva incluso a cometer crímenes.
Mientras el contexto nacional sufría cada vez más y más quiebres, el partido ultraderechista Patria y libertad sumaba adherentes y poder. A esto se agrega la relación amorosa entre Justo e Inés, un romance tormentoso e imposible.
Tras cometer un acto criminal, el trio decide ocultarse en el sur del país, para luego separarse durante décadas tras la caída de la Unión Popular y por consiguiente atentado a La Moneda que trajo con esto el ya conocido Gobierno Militar (Más bien dicha; Dictadura).

Han pasado 40 años. Todo este tiempo Gerardo estuvo oculto en sí mismo, apoyándose en su radical pensamiento. Hoy Chile no es el mismo, la multiculturalidad y la extrema delincuencia provocan en el silencioso hombre un desconcierto, una rabia propagada y una bomba que acababa de ser activada.
Inés ahora es una exitosa empresaria. Justo sufre los estragos de una Juventud alocada, sin límites y misógina. Ambos no permitirán que los secretos de Gerardo rompan todo lo que han logrado y si esto implica quebrar su relación con José, su único hijo, deberá valer la pena todo por salvar su querida PATRIA.

El cine chileno ha vivido un largo camino de esfuerzos, desgaste, desvalorización y actualmente una lucha extenuante por seguir creciendo y logrando el espacio que probablemente tiene con mayores creces el cine internacional para el mismo público compatriota.
El 2004 se estrenó Machuca, película que vino a marcar un cambio en el estilo de las filmografías nacionales y, por consiguiente, una catapulta a temáticas cinematográficas de índoles políticos, sociales y que nos identifique como país más allá de lo humorístico.
Andrés Wood es el director de Machuca y quien dio el pie para que otros artistas del área chilena tomaran fuerza en el concepto cine/arte. Actualmente nuestro país ya tenido varias nominaciones a premios internacionales, el más reciente a mejor película internacional con Una mujer fantástica.
Wood es director, guionista y productor chileno, conocido por Violeta se fue a los cielos (2011), Machuca (2004), Historias de fútbol (1997), la serie televisiva Ecos del desierto (2013), etc. El cineasta intenta retratar desde otro punto de vista los sucesos históricos de la coyuntura chilena en pleno apogeo de la Unidad Popular y la ultraderecha en conjunto al ejército.

El director en una entrevista menciona:

“Mi primera aproximación a una película generalmente es a través de los personajes. Distintos estímulos en algún momento confluyen a atreverse a dar el salto para estar con estos personajes enganchado durante todo el proceso de creación. En “Araña” fue más largo ese periodo de enamoramiento porque me costó mucho ponerme en el lugar de ellos. Intentar moverme hacia la estructura de un thriller me permitió liberarme de ciertos prejuicios. Finalmente, el personaje femenino es una femme fatal contemporánea”

Respecto al elenco, este cuenta con la actuación de Felipe Armas (Justo – adulto), Mercedes Morán (Inés- adulta), Marcelo Alonso (Gerardo – adulto) y Mario Horton (José) en sus versiones actuales. Lo que es en el pasado María Valverde (Inés – joven), Pedro Fontaine (Gerardo – joven) y Gabriel Urzúa (Justo – joven).
Además de los mencionados en roles protagónicos, cuenta con la participación especial de María Gracias Omega (Nadia – psiquiatra) y Caio Blat (Antonio – Lider partido Patria y libertad).

¿Por qué ver Araña?

Primero; Por su director. No hay más palabras para elogiar a un excelente referente del arte nacional y precursor de varios.
Por otro lado, el reparto es sumamente interesante e intercultural a su vez. El casting de los actores que interpretan en su juventud versus su adultez fue un muy buen trabajo por parte de los ejecutores.
La trama si bien, sufre sus recaídas en quizás enfatizar demasiado acciones o sensaciones, cumple con el cometido de la película; retratar un trozo de la historia desde la vereda derecha.

Desde hoy, jueves 15 de agosto, en los grandes cines de nuestro país, podrás ver esta preciosa obra chilena que viene a saldar quizás esa versión que falta, esa historia que se asimila a los secretos ocultos de los políticos actuales y que, de seguro, generará uno que otro inconveniente, el que personalmente me entusiasma: asustar a los poderosos.

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