Arthur está en Nueva York solo por el verano, pero si Broadway le ha enseñado algo es que el universo te puede enviar un impresionante romance cuando menos te lo esperas.
Ben piensa que el universo debe ocuparse de sus propios asuntos. Si el universo lo apoyara, no estaría en camino a la oficina del correo llevando una caja con las pertenencias de su exnovio.
Pero cuando Ben y Arthur se encuentran en el correo, ¿qué es exactamente lo que el universo les tiene reservado?
Tal vez nada. Al fin y al cabo, se separan.
Tal vez todo. Al fin y al cabo, se reúnen.
Pero ¿qué sucede si no pueden lograr una primera cita exitosa… o una segunda… o una tercera?
¿Qué sucede si Arthur se esfuerza demasiado para hacerlo funcionar… y Ben no se esfuerza lo suficiente?
¿Qué sucede si la vida no es realmente como una obra de Broadway?
Pero ¿y si lo es?

Ben creció en la gran cuidad de Nueva York y su corazón nerd lo hace estar jugando o leyendo la mayor parte de su vida, en cambio Arthur es de Giorgia y lleva una vida un poco más presionada por su futuro y estudios. Son personas totalmente diferentes pero nada de esto impide que un día en su estancia en Nueva York, Arthur encuentre al chico más hermoso que hubiera visto nunca (devolviendo las cosas de su ex ¡hombre!), lo sigue, le habla, pero de un momento a otro desaparece, sin siquiera pedirle su número.

Para ambos fue difícil sacarse de la cabeza pero una loca idea de Arthur los reencontrará y los hará vivir un verano que será imposible olvidar, lleno de descubrimientos y aprendizaje para ambos. El único problema es que el verano en algún momento llega a su fin…

El libro se divide en 3 partes que van según la historia y cada autor se encarga de uno de los protagonistas, pero su sincronía es tal que ni te das cuenta que son diferentes autores, desarrollan la historia de una forma demasiado natural que se te pasa volando la lectura hasta que ruegas que el final no llegue nunca.

Becky Albertalli y Adam Silvera hicieron un trabajo maravilloso juntos, este es el primer libro romántico que leo LGBTI y jamás pensé que me sentiría tan identificada con uno de los protagonistas, así es como te das cuenta que las personas somos solo eso, simples personas que sienten y viven. Esta sensación me encantó, sentirte dentro de un personaje es algo que solo entendemos los lectores y yo me sentía Ben, soy demasiado Ben en mi vida.

Y hablando de Ben, es fanático total de Harry Potter y Los Sims, ¿cuántos en este club?, porque yo soy una de ellas. Así que les cuento de ante mano que el libro esta lleno de chistes y alusiones a la gran saga de magos, lo disfrutarán muchísimo.

Libros como este me dejan el corazón tan llenito que las leería mil veces más, Ben y Arthur luchan para que toda su historia sea posible y logran algo tan hermoso juntos que se te alegra el alma por ellos, yo deseaba que su historia fuera infinita, que todo se quedara así por siempre. Sin embargo las cosas no siempre son como uno desea y esta historia juega con tu corazón de la peor forma, te lleva hasta lo más alto para  luego soltarte y que quedes todo herido, aunque a pesar de esto, nada podría opacar lo que sentí durante todas las otras páginas.

En resumen lo amé completo, todo me provocaba sonrisitas de felicidad, hasta los personajes secundarios se ganaron mi corazón, tan particulares pero tan genuinos que dan ganas de tenerlos cerca. Para qué decir que lo recomiendo totalmente, esta historia se robara sus corazones de todas las formas posibles. Mi único problema es que me hubiera encantado un final perfecto para Arthur y Ben pero la vida es tan injusta que no me lo quiso dar.

Aprovechen que este es  el mes del amor y regalen esta hermosa historia a alguien que le quieran alegrar su corazón porque sin duda  lo disfrutarán y aprenderán una que otra cosa de valorar el amor.

(…)nosotros somos el hogar del otro, y eso es lo que hace que cada muro se desmorone(…)

 

 

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