• Nombre: El Castillo de Cristal/The Glass Castle
  • Director: Destin Daniel Cretton
  • Reparto: Brie Larson, Woody Harrelson, Naomi Watts, Ella Anderson, Chandler Head, Max Greenfield, Josh Caras.

Sinopsis: Basada en la autobiografía del mismo nombre, Jeannette Walls es una exitosa periodista que durante muchos años ocultó un gran secreto: su familia. Una familia al mismo tiempo profundamente disfuncional y tremendamente viva, vibrante. El padre, Rex, es un hombre carismático y entusiasta, que logra transmitir a sus hijos la pasión por vivir, él les enseña física, geología, les cuenta historias. Pero Rex es alcohólico, y cuando está borracho se convierte en una persona destructiva y poco de fiar. La madre es un espíritu libre, una pintora muy orgullosa de su arte que aborrece la idea de una vida convencional y que no está dispuesta a asumir la responsabilidad de criar a sus cuatro hijos. La familia Walls es una familia errante. Viven aquí y allá y sobreviven como pueden. Los niños aprenden a cuidar de sí mismos, se protegen unos a otros. En el camino quedan noches donde duermen al aire libre en el desierto, pueblos donde acuden por una semana a la escuela, vecinos que los ayudan y abusos de todo tipo.


Reseña: El castillo de Cristal llega a la gran pantalla intentando tocar los sentimientos de los espectadores, y si bien lo hace, no es la emoción que uno esperaría. Acá en Canal Freak te traemos la reseña, obviamente sin spoilers.
La película se mueve entre la infancia de Jeannette y su presente. En su juventud nos muestran la pobreza en Estados Unidos y como esta afecta a la familia Walls, especialmente a los niños. Jeannette, junto a sus tres hermanos tienen que vivir una dura infancia sobreviviendo sin calefacción, electricidad ni baño. Además de lo ya mencionado, los niños tienen como padres a Mary Rose (Naomi Watts), una inestable mujer más preocupada de su arte y vida propia que de sus propios hijos, descuidándolos al nivel de dejarlos solos en la cocina, sin siquiera molestarse a preparar algo, y por otra parte a Rex (Woody Harrelson), un padre alcohólico que pasaba la mayor parte del tiempo huyendo de la ley. Mientras tanto en el presente, Jeannette lucha por mantener escondida a su peculiar familia de su novio, cosa que revivirá los conflictos con sus padres.


La historia va por buen camino cuando ahonda el tema de la pobreza americana, pero pierde la efectividad cuando cae en clichés del alcoholismo y abuso, ambos problemas muy importantes que en esta película son mostrados muy por encima.
Los actores hacen lo posible frente a una trama que tenía potencial, pero que cae en lo simple y cotidiano, sin darnos una historia con un gran significado. Woody Harrelson nos demuestra su calidad actoral entregándonos una interpretación de Rex llena de emoción, haciendo súper creíble este papel de ángel/diablo, odiándolo por su crueldad pero a la vez destacando su incansable persistencia y pasión. Él le promete a su hija que algún día le construirá un castillo de cristal, sin embargo el hecho de que no cumpla esa promesa-y muchas otras- no es que pega en los espectadores, sino el hecho que él le dio a su hija la cualidad de soñar en grande, aunque haya sido por las malas. El filme está estructurado de tal manera que pasamos del odio al amor por Rex, dándole al final el beneficio de duda, lo cual fue una inteligente decisión.


Brie Larson nos entrega una actuación espectacular, que claramente no está al nivel que la hizo merecedora de un Óscar (obvio, acá no contaba con un guion que la acompañara) pero que de igual manera logra hacer creer y sentir la difícil vida de Jeannete.
Naomi Watts interpreta de manera sólida, pero sin destacar a la típica esposa que no tiene opinión ante las decisiones de su esposo, lo que la lleva a vivir en su mundo.
La interpretación más conmovedora a mi parecer, es la de Ella Anderson, quien es Jeannette en sus 9-12 años. La expresividad de sus ojos dejan ver el acentuado daño que causa el descuido de un niño, sin importar que tan exitosa ella sea en su versión adulta. Creo que es esta pequeña actriz la que le roba el foco a Brie, ya que los momentos que uno más siente empatía con este personaje es durante su juventud, dejándole poco por hacer a Larson.
Como punto muy aparte, debo confesar que mientras veía la película, no pude evitar compararla con Captain Fantastic, protagonizada por Viggo Mortensen, ya que ambas tratan la vida fuera de lo convencional, siendo esta última mucho mejor lograda.
Hollywood últimamente está teniendo la tendencia de arruinar libros que merecían algo mejor. En este caso, El Castillo de Cristal es la viva prueba de ello.

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