Comienza la Fase 2 del Universo cinematográfico de Marvel. La primera secuela directa a “The Avengers”, el colosal festín de ñoñez que partió cocinándose precisamente con la primera “Iron Man” hace casi 5 años. Revisamos “Iron Man 3”, el regreso del Hombre de Hierro, cortesía de Andes Films. “Sin spoilers, sin verdad absoluta”.

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La primera vez que escuché sobre “Iron Man 3”, me sentí menos que entusiasmado. Aunque era evidente que continuaría más allá de “The Avengers”, sentí que ese ensamble final que tomó 5 cintas en armarse era el punto alto, el clímax culmine de Marvel en el Cine. Toda esta idea de la Fase 2 despierta preguntas, siendo la principal “¿Qué más pueden hacer?”, cuando “Avengers” se trataba, básicamente, de una enorme sacada de carne a la parrilla. “Iron Man 3” intenta comenzar a responder esa pregunta. Tenemos a Tony Stark, atribulado por los recuerdos de la invasión a NYC, sufriendo ataques de ansiedad constantes. Ha pasado el último tiempo recluido, construyendo infinidades de armaduras y pensando que hacer con su vida. Mientras tanto, su viejo camarada “Rhodey” Rhodes (interpretado nuevamente por Don Cheadle, que tomó el manto en la segunda entrega, y a quien extrañamos en “Avengers”) ha tomado su puesto oficial en el Gobierno bajo el apodo de “Iron Patriot” (un guiño a la saga “Dark Reign”, aunque más bien una excusa para vender figuritas distintas de War Machine) y debe lidiar con la amenaza local del terrorista Mandarín (Ben Kingley). Sin embargo, Stark se verá implicado cuando un personaje de su pasado, el brillante Aldrich Killian (Guy Pearce, que diría yo, se roba la película realmente), regresa para sacudir el status quo de nuestro héroe. Si algo puedo aplaudir de la campaña previa de “Iron Man 3” es que, viendo sólo los trailers, se puede inferir poco de la verdadera trama de la cinta, así que no adelantaré más sobre esto (sólo decir a los seguidores del cómic que la saga “Extremis” es la gran influencia de todo esto).

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Vamos por parte. La acción en la cinta es impecable. Como siempre, Tony Stark pasa por mil periplos, llenos de adrenalina y explosiones. Una de las grandes decepciones de “Iron Man 2” fue su cortísima batalla final (un verdadero anticlímax), por lo que el nuevo director, Shane Black, se esforzó en corregir eso. El 3D aporta poco esta vez, hay que decirlo. Pero la cinta es dinámica y poderosa visualmente. Tampoco escasea el humor, como es de esperarse. Tal vez demasiado, a estas alturas, perdiéndose la oportunidad de abordar seriamente puntos que eran un potencial dramático interesante. De todas formas, Robert Downey Jr. está vibrante como siempre, y tiene la chance de explorar una arista más intima del personaje cuando su armadura pierde poder y debe emprender la aventura a pie. Hay más de Stark en “Iron Man 3”, y menos de Iron Man, y a ratos se agradece. Lamentablemente, lo que hay también son varias inconsistencias y agujeros. No son ajenas a la saga, y eran de esperarse con una cinta tan atiborrada como “Avengers” de trasfondo, pero me molestaron más de lo que esperaba. ¿Dónde estaba ese maravilloso ejercito de armaduras que se aprecia en los trailers cuando el buen Tony los necesita durante la cinta? ¿Cuándo el presidente de USA es amenazado? ¿Dónde estaba el Capitán América cuando el presidente de USA es amenazado? Son los peligros de sobrecargar un concepto. Eso, y un giro sorpresivo que da la cinta (que los espectadores amarán u odiarán con pasión… en mi caso lo último) son lo que me sacaron de “Iron Man 3”. Una película que divierte y hace reír tanto como la original, pero que necesitaba tomarse más en serio para alcanzar su nivel de excelencia. Una buena aventura del Hombre de Hierro, ágil y entretenida, pero que aporta poco como punto de partida de la Fase 2 de Marvel.

 

A pesar de que esté lejos de sorprender como la primera vez que lo vimos en pantalla, siempre entretiene volver a ver al Hombre de Hierro. Veamos si el de Acero logra sacudirnos de verdad.

Ya en Cines en 2D y 3D, disfrútenla y como siempre, sean sus propios críticos. Los esperamos.

Inti Carrizo-Ortiz

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