Dentro del catálogo de Netflix se encuentra disponible desde mediados del 2017 la serie Atypical, la cual concluyó con su última temporada este año.
Personalmente la considero como una de las series más lindas y humanas que he visto. Es por esto, que quisiera recomendarles a todos y todas que se den el tiempo y por qué no, la prioridad, de observar esta preciosa serie de cuatro temporadas de diez capítulos disponible en una de nuestras plataformas favoritas.

Sinopsis:

La familia Gardner se compone de un padre, una madre, una hija menor y un hermano mayor; Sam, un joven diagnosticado con TEA o CEA (trastorno-condición del espectro autista) quien debe de enfrentar a una avasallante realidad en donde no todos conocen o bien, respetan los límites que su espectro le permite.
Con subidas y bajadas, alegrías y penas, la familia Gardner vive sus dificultades personales para enfrentarlas siempre en conjunto, experimentando increíbles experiencias de vida que les permiten a los cuatro ir creciendo como individuos.
Sam es quien debe batallar muchos más desafíos personales debido a como la sociedad lo observa, trata y reconoce. Pero su increíble inteligencia, sus ideas y su increíble admiración por el continente antártico, le entregaran los conocimientos necesarios para que, los limites que los demás quieren imponerle, no sean lo suficientes.

La serie cuenta con un reparto compuesto por; Jennifer Jason Leigh (Los ocho más odiados) como Elsa, madre de Sam, Keir Gilchrist (It follows) como Sam, Brigette Lundy-Paine (Bombshell) como Casey, hermana de Sam, Michael Rapaport (Prision break) como Doug, padre de Sam y Casey. Además de Graham Rogers, Amy Okuda, Nik Dodani, Jenna Boyd, Fivel Stewart, entre otros más que irán reapareciendo a lo largo de las temporadas.
La historia fue creada por Robia Rashi y está drigida por Seth Gordon, además Jennifer Jason Leigh es una de sus productoras.
Como estamos abocándonos a una serie que expone un tema “tabú” para muchos hasta el momento, solicité la opinión de una experta en la temática; la psicóloga Constanza Palomino Gálvez, quien se desempeña en el área estudiantil y por supuesto, reconoce aspectos sumamente positivos en esta producción televisiva.

Constanza, ¿qué aspectos de la serie destacas como psicóloga?

R: Por supuesto que lo que más destaco de la serie es que es la primera que veo que representa el TEA o CEA; este último término es el que se está buscando utilizar debido a lo fuerte que puede ser la terminología trastorno, otorgándole una connotación patológica al espectro.
Pero la serie no se queda solo en ello, también aborda temáticas desde la comunidad LGBTQ+, procesos de apego y sobreprotección por parte de la madre de Sam y diversas temáticas a descubrir a medida que la serie va avanzando.

Como psicóloga que trabaja constantemente con niños y sus familias ¿en qué crees que aporta la serie para toda una comunidad?

R: Creo que aporta muchísimo en la empatía.
Los distintos comportamientos y actitudes que podría manifestar personas en el espectro son muy ambiguas para quienes no están inmersos en ellas; por ejemplo, técnicas de regulación emocional que vemos que emplea Sam en instancias de desagrado, rabia, impotencia o desesperación. Se puede visualizar aspectos que refieran a la percepción sensorial, auditiva y tacto, de forma que toda la sociedad no infiramos que son personas “mañosas” o bien, que poseen una desregulación por estos mismos aspectos.
Podemos ir viendo dificultades con el contacto y la mediación social, desde una primera conversación hasta llegar al contacto físico ya sea un miembro de la familia de Sam o un amigo o extraño que está conociendo.
El tener un interés en una temática en específico y que se aprendan todos los detalles sobre este, como Sam con la Antártica es también un importantísimo detalle que nos entrega habilidades sociales referentes a la empatía al momento de establecer un nexo con una persona en el espectro.
No olvidemos el estigma que hay sobre la independencia de quienes poseen CEA y las limitaciones que como sociedad se les imponen; conformar una familia, estudiar, vivir solos, etc.

¿Recomendarías esta serie, como profesional en el área?

R: Por supuesto que sí, ya que, como lo mencioné anteriormente, se trabaja muchísimo el visibilizar a las personas en el espectro ya sea en dinámicas familiares, sociales e individuales: amor, independencia, toma de decisiones, entre otras.
Mi opinión personal sobre la serie, se evoca a que reconozco que mucha gente ha comentado que el actor protagonista no pertenece al espectro, sin embargo, es destacable mencionar y reconocer el trabajo interpretativo y actoral que él realiza, ya que tiene directa concordancia con las distintas características que puede presentar una persona en el espectro.
Además, me gustan mucho las experiencias e instancias que vive Sam. Es una serie que va dirigida a todo público posible, siendo muy recomendable para visualizar en etapas escolares desde segundo ciclo para aportar a una mayor conciencia, respeto, compañerismo y amistad destinadas a futuras generaciones en constante cambio, buscando una real inclusión.

Sin más preámbulos, les dejo más que invitados e invitados a poder ver esta divertida y sumamente humana serie que viene a sacarnos de nuestra zona de confort, de ver más allá de nuestras narices, de empatizar con las familias de niños, jóvenes y adultos en el espectro y de entender que, en esta tremenda sociedad, somos series diversos e importantes.
Como profesora también, reconozco que puede ser un tremendo material didáctico para desarrollar habilidades sociales, de conciencia y autocuidado no solo para estudiantes, sino que también para padres, madres y apoderados.

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