• Nombre: Un pequeño favor
  • Director: Paul Feig
  • Elenco: Anna Kendrick, Blake Lively, Henry Golding

Rating: 3.5/5

SINOPSIS: Luego de la desaparición de su mejor amiga, Stephanie (Anna Kendrick) se embarcará en una oscura búsqueda.

RESEÑA: Paul Fieg siempre ha estado interesado en contar historias de mujeres: estuvo detrás del reboot de Cazafantasmas y también dirigió las famosas comedias Armadas y Peligrosas y Damas de Guerra. Ahora, Feig vuelve a las grandes pantallas con Un pequeño favor, basada en la novela homónima de Darcey Bell y que sigue la historia de Stephanie (Anna Kendrick), una dedicada madre y bloguera que decide investigar la misteriosa desaparición de su mejor amiga Emily (Blake Lively).

Un pequeño favor es una película engañosa y eso es lo que la hace entretenida. Cuando conocemos a Stephanie por primera vez, esta se ve como una inocente madre soltera sin muchos amigos que le encantan las manualidades y participar de las actividades escolares de su hijo. Un día, cuando está recogiendo a su pequeño luego del colegio, Stephanie conoce a Emily, quien la invita a su casa para que sus hijos pasen un rato juntos.

Aquí conocemos a la intrigante Emily, quien trabaja en una agencia de moda en Manhattan, viste con trajes de marca, tiene un marido escritor y se toma un martini todos los días. En pocas palabras, está lejos de ser una madre promedio, y es, en todo sentido, completamente opuesta a Stephanie: donde Stephanie es tímida, Emily es osada; donde Stephanie es meticulosa, Emily es descuidada. Por todas estas razones el par debió haber chocado y colapsado, pero no lo hizo: de a poco se fueron volviendo cada vez más cercanas y dándose cuenta de que tenían mucho más en común de lo que pensaban.

Con visitas cada vez más frecuentes, nos vamos dando cuenta que Stephanie no es tan inocente como quiere que el resto del mundo piense. Entre martini y martini, Stephanie comparte historias que sorprenden incluso a Emily, pero para su suerte, esta no la juzga: Emily parece no tenerle miedo ni vergüenza a nada. Eso es lo que le atrae tanto a Stephanie. Para ella, Emily lo tiene todo: la casa, la familia, el dinero y la personalidad. Pero como dije, no todo es lo que parece en Un pequeño favor.

Todo se va a volver incluso más loco cuando Emily le pide a Stephanie un pequeño favor. Su marido, Sean (Henry Golding) está fuera del país y ella debe trabajar hasta tarde, por lo que nadie puede recoger a su hijo y cuidarlo después del colegio. Stephanie se ofrece a hacerlo inmediatamente; va a buscar a los dos niños y los lleva a su casa para que pasen el día juntos. Pero con el pasar de las horas, Stephanie se da cuenta que algo anda mal. Emily no llega esa noche, ni el día siguiente, ni el día después.

Rápidamente, Un pequeño favor toma un oscuro giro al estilo Perdida de David Fincher. Stephanie asume un rol de investigadora amateur y trata de buscar a su amiga gracias a la ayuda de los seguidores de su video blog. Junto a ella vamos descubriendo la siniestra historia de Emily, y lo que buscaba esconder detrás de los trajes, el dinero y la casa. Pero también descubriremos lo que esconde Stephanie detrás de toda su timidez.

Esta historia es un interesante cambio para el director Paul Feig. Es una especie de híbrido entre comedia y thriller, que tiene el humor y entretenimiento que hizo un éxito de Damas de Guerra y Armadas y Peligrosas, pero que es una versión mucho más oscura, con personajes más complejos y con una relación de amistad tóxica disfrazada de flores. Todo esto, en papel, es un buen potencial para un thriller, pero creo que Feig no lo supo llevar tan bien a la pantalla. En comedia, la película no decepciona; es muy entretenida. Pero es en la parte de thriller donde se cae. Feig solo aborda la punta del iceberg en cuanto a la historia, y busca tanto sorprender que se olvida de explorar más los personajes y lo que los conduce. Es casi como que la intención de escribir un buen thriller psicológico estaba ahí, pero nunca se concretó, y se conformó con entregar una película decente que entretiene pero que no va más allá.

Un pequeño favor es una película para pasar un buen rato. Su humor te hará reír y sus giros te harán cuestionar dónde va la historia, además de que Blake Lively y Anna Kendrick hacen una inusual pero buena pareja que sin duda te va a sorprender. No es una obra de arte, a pesar de tener el potencial para haber sido mucho más. Es un buen punto de partida para Feig si quiere seguir explorando este género, y para ser su primera película de este tipo, quiero decir que lo hizo bien. Anda a ver Un pequeño favor, que llega hoy a las salas de nuestro país.

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