• Nombre: Los asesinos de la luna / Killers of the Flower Moon
  • Director: Martin Scorsese
  • Elenco: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jesse Plemons, Brendan Fraser
  • Rating: 4.5/5

Sinopsis

A principios del siglo XX, el petróleo trajo una fortuna a la Nación Osage, que de la noche a la mañana se convirtió en una de las personas más ricas del mundo. La riqueza de estos nativos americanos atrajo de inmediato a los intrusos blancos, que manipularon, extorsionaron y robaron todo el dinero de los Osage que pudieron antes de recurrir al asesinato.

Reseña

Muchos escépticos deben estar preguntándose: ¿Vale la pena ir a ver Los asesinos de la luna? Y la respuesta es una sola: sí. Antes de empezar esta reseña, quiero pedirle al que lee que se olvide de su larga duración. Tres horas y 20 minutos es un largo rato para estar en el cine, pero no debería ser un obstáculo para quien quiere disfrutar de una buena película. Martin Scorsese es experto en contar historias, así que confíen en que saldrán del cine tras un gran relato.
Ahora sí. Partamos. Los asesinos de la luna nos presenta a Ernest Burkhart (Leo DiCaprio), un veinteañero llegado directamente desde la Primera Guerra Mundial a un rancho del noreste de Oklahoma. Ahí visita a su tío, William King Hale (Robert De Niro), un ganadero que ha logrado hacerse rico en la reserva india de Osage y que promete siempre tener un trabajo para él. Rápidamente conocemos la esencia de quienes serán nuestros dos principales: Ernest, un hombre patético y no muy brillante, y King, un viejo lleno de experiencia estilo El Padrino.
King es el hombre a quien acudir cuando hay problemas, de dinero o personales. No sólo porque es rico. Además parece ser cercano, siempre ofreciendo un abrazo, comida o dinero a quien se lo pida, sin importar si es blanco o nativo americano. King se ha ganado la confianza de la Nación Osage, siendo considerado como uno más por una tribu que se llenó de poder luego del descubrimiento de varias reservas de petróleo en sus tierras. King es blanco, pero habla su mismo idioma, es uno más de sus amigos y, en el caso de las mujeres, las conoce a todas desde que eran unas niñas. Así, le propone a Ernest que seduzca a Mollie (Lily Gladstone), una mujer india y adinerada, y a quien King conoce desde hace muchos años, para quedarse con sus tierras.


¿Qué sabemos nosotros, chilenos, de lo que pasó después de la Primera Guerra Mundial en Oklahoma? Probablemente muy poco. Y está bien. Hay mucha distancia entre ambos territorios. Todo eso da lo mismo cuando uno se sienta a ver Los asesinos de la luna, pues Scorsese nos mete de manera casi inmediata a este mundo. De manera simple, pero nunca como si fuéramos tontos, nos va contando cuál es la gran conspiración que se llevará a cabo. El resultado será una serie de asesinatos, todos de la vida real, que un montón de hombres blancos cometieron en contra de nativos americanos para seguir robándoles.
Muchas cosas pasan entre ese primer encuentro de nuestros personajes y el resto de la película. Son más de tres horas y es una película que tiene de todo. Tiene amor, pues Ernest verdaderamente cree que ama a Mollie, aunque tenga la intención de eliminarla a ella y a toda su familia para quedarse con su dinero. Risas, incluso, pues Scorsese utiliza el humor negro para demostrarnos la maldad de la que fueron capaces estos hombres. Suspenso, pues la película nos deja helados con los elaborados planes de King y la complacencia de Ernest.


Tiene, además, un elenco de temer. Di Caprio ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera. Un hombre patético, lleno de rabia, codicia y angustia, aunque de mente muy simple. Ernest es el mejor tipo de personaje que Leo interpreta, uno que en varios puntos de la película nos recordó a otras de sus desgarradoras interpretaciones como Jay Gatsby (El Gran Gatsby) y Teddy Daniels (Isla Siniestra).
Además, se nota que De Niro guarda todas sus mejores actuaciones para Scorsese, pues no hay ningún punto bajo de su parte. Jesse Plemons, quien aparece recién en la segunda mitad de la película, se mete, sin duda, en el club de los grandes con esta cinta.
El único pecado de Scorsese es olvidarse de Gladstone, quien posee el mismo talento que DiCaprio y De Niro. A medida que avanza la película, la cámara se aleja cada vez más de Mollie para enfocarse en las conspiraciones de Ernest y King, y ahí se comete un error. No es una equivocación lo suficientemente grave como para arruinar la cinta, pero se siente. Mientras más nos alejamos de Mollie, más queremos saber: ¿Qué piensa? ¿Cómo una mujer que parece tan sabia no se da cuenta de lo que está frente a sus ojos? Y, si verdaderamente se da cuenta, ¿cómo lo sobrevive?


No hay puntos bajos en la película, porque toda la cinta se siente como un relato del que nunca te quieres despegar. Es agobiante y satisfactorio al mismo tiempo, y te trae la misma sensación que cuando no puedes dejar de leer un libro y lo terminas de una pura corrida. Las interpretaciones, los rápidos cambios de escena y los diálogos atrapantes, además de la estructura que promete un gran desenlace, son fundamentales para que se sienta así. Eso sí, hay que darle una mención especial al score de Robbie Robertson, quien lamentablemente falleció antes del estreno de la película. La música se retuerce de la misma manera que las mentes de King y Ernest, y nos emociona de igual manera que las lágrimas desgarradoras de Mollie. El conjunto hace una película muy difícil de olvidar.

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