El género del terror se va renovando constantemente mediante la sociedad genera “nuevos miedos”, siendo estos muy difíciles de plasmar en la pantalla grande.
Un clásico en historias, cuentos e incluso superhéroes es la historia del hombre invisible. La mezcla entre este concepto de este ser que no podemos ver y el género del miedo es dichosa de deleitarse, tanto que incluso supera expectativas.

El Hombre Invisible nace desde la adaptación de la novela literaria de H.G Wells (1897) con el mismo nombre y que tuvo su primera representación cinematográfica en 1933.
A lo largo de los años, este personaje se ha ido utilizando camaleónicamente en conceptos de superhéroes, terror, dibujos animados y películas infantiles. Hoy es la oportunidad de adentrarse desde el terror psicológico y ficcional de cómo un ser humano logra pasar desapercibido frente a nuestros ojos, lo que lo hace más terrorífico de lo que pensábamos.

Sinopsis:

Cecilia (Elizabeth Moss) escapa de la maravillosa vida lujosa pero llena de violencia que su esposo, Jack Griffin (Oliver Jackson-Cohen) un reconocido ingeniero óptico ejercía hacia ella.
Al hacerlo, la ansiedad de ser encontrada se apodera de ella, pero su hermana Alice (Harriet Dyer) se encarga de hacerla sentir segura en casa de su amigo James (Aldis Hodge), un policía que vive junto a su hija Sydney (Storm Reid).
Mientras ella intenta salir adelante, la sensación de inseguridad y la sospechosa muerte de su esposo no logran dejarla en paz, más aún cuando se da cuenta que efectivamente la imagen, el recuerdo y la presencia de Jack está más presente y más cerca de lo que ella pensaba.

En esta ocasión el proyecto cuenta con la dirección y guión de Leigh Whannell (Saw, Insidious) además de la producción de Jason Blum (BlacKkKsman, Whiplash, Get Out)
Respecto a su reparto, este cuenta con el protagonismo de Elizabeth Moss (The Handmaid’s Tale), Oliver Jackson-Cohen (La maldición de Hill house), Aldis Hodge (Figuras ocultas), Storm Reid (Un viaje en el tiempo) y Harriet Dyer (The inBetween).
Al analizar su elenco, nos damos cuenta del potencial que este posee, liderado por la galardonada Elizabeth y guiados por un director que sabe del cine de miedo o terror, por ende, la propuesta es tentadora y afortunadamente, no decepciona.

Reseña:

Cecilia escapa de un esposo controlador y obsesionado con la perfección. Ella solo busca paz y lograr establecerse lejos de la mente invasiva, agresiva y perfeccionista de Jack.
En su estadía en la casa de James y su hija, Cecilia intenta salir adelante con alentadoras noticias que incluso podrían asegurarle su futuro, tras recibir una gigante herencia por el suicidio repentino del ingeniero.
Las cosas comienzan a ponerse cada vez más tenebrosas y difíciles de comprender cuando objetos, movimientos y finalmente el contacto físico con alguien que derechamente no puede ver, la hace comenzar a pensar en que realmente su esposo no murió y que, por ende, su vida corre peligro.
A medida que la protagonista comienza a notar que este hombre está en su camino y que incluso en la casa que vive, su obsesión se acrecienta. Para nadie es lógico que un muerto la perturbe, quedando frente a quienes le rodean como una mujer con evidentes dificultades psiquiátricas, viéndose sola y abandonada por todos.
El hombre invisible comienza a jugar con su mente y cercanos, cavando un hoyo profundo en la vida de Cecilia, quien se ve sin escapatoria alguna, hasta que decide tomar riendas en el asunto y atacar a su contrincante con sus mejores cartas.

¿Qué la hace especial?

A lo largo de toda la película sentí esa tensión y nerviosismo que sentía Cecilia al mirar por la ventana o la puerta desde su pieza, sabiendo que alguien estaba allí.
Lograr esa sensación en el público es algo difícil de obtener, más aún con el concepto: realidad.
No es un monstruo que nos asusta, no es un fantasma, no es una entidad maligna o satánica, es puntualmente el ser humano el que provoca el miedo y más aún, la nada. Esta sensación de saber y sentir que alguien está ahí, que el peligro no soy yo, que es ese otro, quien me mira fijamente pero que yo no puedo ver. Me encuentro en desventaja.
Es esta desventaja lo que transforma a Cecilia, lo que la hace quebrantarse y poco a poco unir sus piezas. Esto es el arma crucial en el éxito de esta película de terror psicológico y ficcional: logra no solo provocarnos miedo, sino que también reflexión.

Una persona invisible es inverosímil a nuestra realidad (hasta el momento jajaja) por lo que la ciencia ficción es importante dentro de la trama, pero la personalidad psicópata de este antagonista, es fácil de encontrar en la realidad de una mujer común y corriente que intenta escapar; una mujer que vive estrés post traumático, que crea una realidad de la cuál sabe que es así, pero hay gente a su alrededor que no le cree, que debe escapar de su casa, que teme por su vida. Esto es real, esto sucede en nuestro día a día. De esta forma vemos una metáfora inculcada con o sin intención que nos hace empatizar con este factor humano vs lo ficcional.
Por otro lado, la excepcional actuación de Elizabeth reencarnando a una mujer violentada es digna de aplausos. Ella plasma el miedo, la inseguridad, la decepción e incluso la rabia consigo misma.

De esta forma, lo que deja esta película entre mis favoritas de terror es que no hay “nada” que asusta y eso me perturba.
El ser humano como agente de terror, la capacidad mental y de violencia como a lo que realmente debemos de temerle es una potente reflexión tras ver esta película, además de ser original tanto en la historia que contar como en los vuelcos que esta tiene.
Los dejo sumamente invitados a ver esta película a partir de este jueves 27 de febrero en todos los cines de nuestro país.
¿Estás seguro de que no hay nadie más contigo?

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