• Nombre: Contra el Demonio
  • Director: José Miguel Zúñiga
  • Reparto: María José Prieto, Julio Milostich, Fernanda Finsterbusch, Alonso Quintero, Solange Lackington

Rating: 3/5

Sinopsis: Luego de una muerte en su familia, Blanca (María José Prieto) decide irse a vivir a la costa de Chile con su familia. Allí, no saben que otras desgracias los esperan.

RESEÑA

Este mes de octubre, como buena freak, me dediqué a ver y apreciar bastantes películas de terror. Una de las temáticas que varias cintas de este género tienen en común — y lo que, para mi, lo hacen tan interesante y digno de ver — es su origen: en él casi siempre existe duelo y dolor. En Contra el Demonio la situación no es distinta, pues la muerte de Javier (Alonso Quintero), el hijo mayor de Blanca, cambiará su vida y la de su familia para siempre.

La imagen es perfecta: Blanca está sentada en la mesa con su familia — sus tres hijos Lucía, Martina (Fernanda Finsterbusch) y Javier, y su esposo (Julio Milostich) — cuando les cuenta que fue ascendida en su trabajo. En la familia no hay nada más que felicidad. Poco sabían, sentados en esa mesa comiendo, que horas después les tocaría recibir una de las peores noticias de su vida: esa misma noche, Javier asiste al cumpleaños de una amiga en una discoteca en Santiago, y a la salida es apuñalado por unos matones que lo abandonan en el lugar.

El dolor es capaz de cambiar completamente a una persona, robarle sus sueños y sus inspiraciones. El trabajo de Blanca, su sueño periodístico, es completamente olvidado y en su lugar queda solo la terrible responsabilidad de lidiar con la ausencia de su hijo y de tratar de reconstruir su familia. Luego de un año, y en busca de comenzar de nuevo, la familia se va a vivir a la costa, donde su marido consiguió trabajo diseñando un condominio. Su nueva casa, aislada de la ciudad y rodeada de áreas verdes, parece ser la mejor manera de dar un paso hacia adelante.

Mientras Martina y Lucía van al colegio y su marido va a trabajar, Blanca trata de hacer de esta extraña y grande casa su nuevo hogar. Todos los días cocina panqueques — la comida favorita de Javier — y saca fotos, como si buscara documentar todo aspecto de su familia en caso de perderlos. En las noches toma pastillas y duerme en una cama vacía, pues su marido casi no pasa en el hogar. Es ese mismo dolor — más otras cosas que por spoilers no vamos a ahondar — el que abre la puerta a los sucesos sobrenaturales que comenzará a experimentar junto a Martina.

María José Prieto juega un papel fundamental en la emotividad de esta película. Hemos pasado años viéndola en pantalla y este es quizás uno de los roles más extraños que le ha tocado hacer y a nosotros espectar. Su interpretación es natural y Blanca, como personaje, es interesante y admirable en su valentía no solo al lidiar con lo sobrenatural sino que también en convivir con el duelo que significó perder a Javier. Para mí, es una de las partes más fuertes de la película, la que la mantiene en pie y hace sentir real y cercana.

Veremos su capacidad actoral cuando Blanca comienza a experimentar distintos hechos: apariciones, sonidos… Todo esto sola. Cuando Blanca se convence de que algo está pasando en su hogar y contacta a Miriam (Solange Lackington), una médium, finalmente las cosas se van a poner de patas para arriba. Pero Blanca no puede convencer a nadie de lo que está pasando, ni siquiera a su marido, quien — en una mezcla de dolor y egoísmo — ya ni siquiera vuelve a la casa. Algunas veces la humanidad da aún más miedo que lo sobrenatural, cuando no puedes contar ni con tu propia pareja en momentos tan difíciles como estos.

Fernanda Finsterbusch es la otra parte que construye esta historia: es Martina, la adolescente que, por mala suerte, se ve víctima de una posesión. Finsterbusch hace su debut en la pantalla grande y lo hace bien; a pesar de la poca profundidad de su personaje y quizás algunos problemas con el guión. Con la posesión de Martina vamos a ver efectos especiales nunca vistos antes en producciones chilenas, sin duda gracias a la participación del especialista Juan Olivares, quien trabajó en películas como Deadpool y Guardianes de la Galaxia.

La historia de Contra el Demonio es buena y espero que sea un precedente para otros cineastas que busquen explorar el género del terror. Pienso, sin embargo, que recaer tan fuerte en los efectos especiales, los ruidos fuertes y las imágenes repentinas se vuelve, a la larga, aburrido. Muchas veces la sutileza funciona aún mejor: construir un relato donde haya constante tensión, con momentos inesperados pero no exagerados. Zúñiga logra llevar esta historia — que el director comentó con Canal Freak fue inspirada en el caso de un niña de Puerto Montt — a niveles más humanos que razonan con el espectador, pero a veces un terror aún más efectivo es aquel que no se ve pero que se siente, porque tenemos más miedo a lo oculto que a lo que está enfrente de nuestros ojos. Quizás esa falta de sutileza es lo que no me convence 100% de esta película, aunque no puedo negar que logra cumplir.

Contra el Demonio se estrena hoy en cines chilenos, ¡ve a verla!

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