«Juguetes sencillos y diversión garantizada”

Esta vez quiero rescatar algo de aquellos caóticos cumpleaños infantiles. Sí, me refiero a esos con mesa larga con mantel de plástico, platos con surtido de suflé y papitas y globos por todas partes.

Todos sabíamos que la fiesta era para una persona, pero por el afán de la buena convivencia y asegurar que los niños tuvieran algo en qué ocuparse cuanto estaban saturados de azúcar hizo que las sorpresas de cumpleaños fueran un habitual para muchos.

Para los que no lo hayan vivido, decir que en algunos casos los anfitriones hacían lotes de estas cosas para los invitados, y en otras pasaban como el regalo de último minuto.

Empiezo por los sets de playa, muy recurridos en época veraniega o para las personas que vivían en zonas costeras. El set más básico incluía balde, pala y rastrillo, otros incluían un arnero y moldes para arena; otro ideal para el verano eran los barcos, y estos de verdad flotaban.

Esto era parte de los muchos estereotipos antiguos: bolso para las niñas y pistola para los niños, pero aquí hay algo curioso , y es que las niñas tenían algo en donde transportar cómodamente sus juguetes.

Por supuesto que las muñecas no estaban fuera, pero como las Barbies eran caras, existía infinidad de estas sencillas muñecas de imitación. La más básica traía vestido de descuento y zapatos, mientras que otras traían un perrito o un peine y espejo. Después con la locura de las sirenas también aparecieron alternativas de este tipo.

También había muñecos, que eran tanto imitación de G.l Joe como figuras de líneas que imitaban el concepto de los soldados con accesorios. Dentro de esta categoría entraban las copias de figuras de He-Man o She-ra, que por su naturaleza estaban pobremente pintados y a los pocos días quedaban “desnudos”

Había juguetes de plástico que eran de destreza y habilidad: Uno era el disco volador, que siempre debías tener cuidado de no tirarlo hacia el techo o la casa del vecino; otro era el tiki taka, juguete con dos pelotas sobre una base, cuyo objetivo era hacerlas golpearse en secuencia. También estaban los silbatos con forma de pajarito, a los que había que echar agua; curiosamente estos sonaban bastante bien y no destruían tímpanos.

Los soldados siempre venían en lotes, porque eran pequeños; no tenían articulación, así que todo el juego y movimiento dependía de la imaginación. Algunos armaban ejércitos completos.

Como parte de esta sub categoría había unos set del oeste que incluían caballo y cowboy o caballo e indio; también eran estáticos. Y cuando había más presupuesto estaban los sets de caballero, que consistía en un caballo mediano con un caballero con armadura, lo mismo del anterior pero más grande; y esos caballos además eran muy requeridos por las chicas ya que quedaban casi a escala con las muñecas.

Entre los artículos decorativos estaba el infame maquillaje temático, que siempre he dicho que es lo mismo que la témpera, los dientes de vampiro y los de conejo. No estoy muy seguro de si eran buenos para las encías.

Estos set de mini camiones, camiones o máquinas son de fabricación nacional, de la empresa Roro Plast. Los mini eran los más frecuentes, con tolva o grúa movible, y ya si alguien te traía el camión con acoplado era otra historia. Es curioso que dentro de sus sets había un camión para transportar caballos que venían incluidos, y estos también quedaban en escala con las muñecas.

¿Qué te ha parecido esto, los conocías? Seguro más de alguno te trajo recuerdos.

Hasta aquí esta revisión de los juguetes de nuestra vida. Dejo la invitación para comentar aquí tus juguetes favoritos o de cuáles te gustaría que hablara en el futuro, para poder dedicarle un espacio de recuerdo. Nos vemos cada segundo sábado de cada mes.

 

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