Bastante se ha hablado en el último tiempo de que los estudios se confían en lanzar secuelas, precuelas o nuevas adaptaciones de historias que ya conocemos, y que cada vez hay menos espacio para las ideas originales. Por ello es que da gusto cuando una película propone algo diferente, tanto a nivel visual como de su trama, por lo que hoy les queremos contar un poco más de Elementos, lo nuevo de Pixar que estamos seguros cautivará a los grandes y pequeños de la casa.
La historia transcurre en Ciudad Elementos, un lugar nunca antes visto que alberga habitantes de los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire. Allí, una joven de fuego llamada Ember y un joven de agua llamado Wade forjan una amistad improbable que lleva a Ember a repensar sus convicciones en relación al mundo en el que viven y a la persona que ella quiere ser.

¿Qué hace a Elementos tan novedosa entonces?

Primero, hay que destacar la tecnología usada en esta película, la cual, según el supervisor de efectos visuales, no tiene precedentes dentro del estudio. Según la productora asociada Krissy Cababa, el trabajo de efectos prácticamente se duplicó para Elementos, lo que requirió más de 50 artistas de efectos trabajando en simultáneo. “Agregamos un departamento entero a nuestra estructura. Teníamos dos equipos de efectos para este proyecto: uno se encargó de los efectos que vemos normalmente, como explosiones o inundaciones, que ya son bastante significativos en Elementos. El otro, el de efectos de personajes, se encargó de los personajes de fuego, agua y aire. Ese equipo tocó todos los fotogramas de la película”, concluye.
Y es que es cosa de mirar el tráiler de la película para darnos cuenta que esta animación es sin duda una de las más innovadoras, además de dar un enfoque al detalle, teniendo cada elemento un distintivo en cuanto a su ropa, comida, su ambiente, etc.

Otro factor interesante es su trama, que según el director de la película, Peter Sohn, abarca la inmigración y la representa a través de la familia de Ember, que se tuvo que mover de la Tierra del Fuego, a la Ciudad Elementos, una nueva zona en que el mundo no estaba pensado para ellos. En este sentido, este es un tema que toca de manera personal a su director, quien es hijo de inmigrantes y mientras crecía vio cómo sus padres se instalaban en una ciudad tan grande como Nueva York, donde pusieron su primera tienda.
También refleja la migración en la forma en que los elementos tienen que vivir en comunidad, tratando de captar la idea de que personas que vienen de distintos lugares tienen que lograr vivir juntos en la mayor armonía posible.

¿No les llama la atención que en esta película veamos a elementos en vez de humanos?

El director lo hizo así deliberadamente, ya que en su experiencia personal, siempre logró conectar con las películas contadas de manera universal, ya que en su infancia no habían muchos coreanos en pantalla. Así, los personajes más antropomórficos eran lo que él sentía que la gente se lograba identificar de manera más fácil, al no tener que concentrarse en aspectos como la nacionalidad, sus rasgos o color de piel.
Finalmente, Elementos a nivel visual es un deleite de colores, al estar cada elemento asociado a un color. La Ciudad Elementos presenta un sencillo código de colores que ayudan a la audiencia a identificar cada uno de ellos. Las vecindades de agua son predominantemente azules. En los espacios que habitan los personajes de fuego resaltan los colores rojo y naranja, mientras que los de tierra lucen tonos de verde o marrón. “El aire tiende a ser translúcido, color morado, lavanda o rosa, pero es sutil, no hay ningún lugar que sea de un solo color”, aclara el diseñador de producción Don Shank.

Elementos es una historia llena de corazón que llegará a los cines este jueves 22 de junio, para que no se la pierdan.

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