Temporada de mariposas, corazones y bombones. El mes de febrero, nos guste o no, trae consigo el cliché de los enamorados y, de alguna u otra forma, disfrutamos de ver películas de amor que ya son parte de la lista de clásicos por ver en estas fechas.
A este queridísimo tipo de películas, se les ha cuestionado en los últimos años debido a los mensajes que entregan a su público respecto al romance, conflictos de pareja, inseguridades, entre otros, por lo que prácticamente es una jugada de doble filo plasmar el amor actualmente en la pantalla.

En esta oportunidad, el drama estadounidense escrito y dirigido por Sam Levinson, el director y creador de la exitosa serie Euphoria, llega a nuestros televisores, adhiriéndose a la lista de películas de amor, pero replanteando una mirada intensa, realista y tenaz respecto a una difícil noche para una pareja bastante lejana a lo que acostumbramos a ver como “cuento de hadas”

Sinopsis:

Malcolm (John David Washington) y Marie (Zendaya) llegan a casa tras una gran noche de estreno, en donde Malcolm presenta su última obra cinematográfica. Abordados por los claros y oscuros tonos de blanco y negro, la pareja comienza a discutir basados en el alcohol, la alfombra roja y el constante vaivén de temas sin salida mientras en la mesa hay un plato de macarrones.
La tensión por saber cuál es la percepción de la crítica respecto a su película se condensa junto a la insatisfacción de ambos respecto al otro y la relación que tienen, mientras los cigarros se van quemando, el desamor comienza a tejerse.

Reseña:

La película posee una duración de 106 minutos, en los cuáles vemos de principio a fin, como una discusión de pareja comienza su apogeo, lleno de subes y bajas que radican en la inseguridad, decepción y rabia de Marie hacia Malcolm, quien no la nombra en su discurso de agradecimiento, cuando aparentemente la historia que el retrató está bastante basada en la vida de la joven y su pasado ligado a las drogas.
Mientras Malcolm come unos macarrones con queso y maneja los nervios respecto a cómo la crítica blanca abordará su creación artística, el alcohol y la ansiedad se apoderan de la situación. En cuanto Marie, aprovecha la discusión para vomitar dudas respecto al pasado de ambos y alterar el ego y confianza de su conviviente, mientras los gritos de ambos y las caminatas por la casa van siendo parte del clima.

Respecto a esta película, es importante destacar que se grabó durante los primeros meses de pandemia, por lo que es coincidente a los únicos dos personajes que vemos desenvolviéndose en un mismo lugar: su casa. De por sí, esto ya hace de alguna forma a esta producción una “revolucionaria”
Esta puesta en escena, la idea de solo ser en blanco y negro y la fotografía es realmente exquisita, incluso da un toque de estar viendo una película antigua de amor, pero, al envolvernos en los diálogos y monólogos de los personajes descubrimos que es mucho más que eso; es toxicidad, rabia, silencio y daño. Si bien va escalando en las sensaciones y sentimientos, en un comienzo podemos vernos reflejados en ambos, en su cotidianeidad.

Por otro lado, es innegable la habilidad actoral que Zendaya ha ido desarrollando desde sus primeros pasos en Disney Channel hasta hoy, ser la mujer más joven en ganar un Grammy.
John D. Washington no se queda atrás, aunque su personaje suele caer en un círculo interminable de rabia y narcisismo, bordeando el límite de lo forzoso y sobreactuado, el que, en este contexto puede calzar sin problemas.
Actualmente la película ha generado cierta controversia por diversos motivos, en primer lugar, por la toxicidad que emana de esta relación; la violencia verbal, el egocentrismo, ocultar secretos, desconfianzas, etc., siendo esto lo que ha dado opiniones que la consideran una película lenta, aburrida, de una discusión sin fin. En segundo lugar, la diferencia de edad entre actores.

En la película se deja en claro que existe una diferencia de edad entre ambos, además es notoriamente identificable al verlos. Por esto es importante recordar otras películas en las que existe una diferencia de edad entre personajes; “Lost in Traslation” representa al menos unos 30 años de diferencia entre Portman y Murray, “Agua para elefantes” también representa una diferencia de edad entre Pattinson y Whiterspoon, así entre otras más. Frente a este tema Zendaya declaró que al estar ella en televisión desde pequeña, la gente la idealiza como una hermana menor y verla en el rol de mujer y pareja, es algo shockeante de asumir.
De todas maneras, todo converge y resalta gracias a la perfecta fotografía y el maravilloso trabajo de la actriz, personalmente considero que Washington sobreactuó y su personaje desviaba constantemente el final de la historia, el que para mí fue algo difuso

La película está disponible en la plataforma Netflix desde el 05 de febrero con la fuerte idea de romper cánones y conceptos de amor y convivencia que probablemente dará para hablar y quizás replicar.

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