Siete hermanas, siete destinos,
un padre con un pasado misterioso.

CeCe D’Aplièse nunca ha encajado en ningún lugar. Tras la muerte de su padre, el misterioso millonario Pa Salt, que adoptó a las seis hijas en distintas partes del mundo, se encuentra en una encrucijada: ha dejado la escuela de arte y su hermana Star se distancia de ella para perseguir su sueño.

A la desesperada decide huir de Londres e indagar sobre su pasado. Las únicas pistas que tiene son una fotografía de una mujer pionera que vivió en Australia hace un siglo. De camino hacia Sydney se detiene en el único lugar donde se ha sentido ella misma: las playas de Krabi, en Tailandia, un rincón paradisíaco en el que conoce al enigmático Ace.

Cien años antes Kitty McBride, hija de un reverendo en Edimburgo, viaja a Australia como dama de compañía de la acaudalada señora McCrombie. En Adelaida su destino se ve unido a la rica familia, incluidos los idénticos aunque muy diferentes gemelos, el impetuoso Drummond y el ambicioso Andrew, heredero de una importante fortuna en la industria de la perla.

CeCe descubrir´el nexo con Kitty, y su creatividad responderá a la energía de las polvorientas planicies australianas, lugar que le ofrecerá una sensación de pertenencia y un hogar, algo que creia imposible de encontrar.

 

Queridos freakys, con un enorme gusto les doy la bienvenida a la reseña de libros con su amiga Kobato, en 2019. Y comenzamos bien, porque es una reseña de un libro del que estaba particularmente expectante por leer porque es nuevamente de la saga «Siete hermanas» de Lucinda Riley, con quien quedé muy fascinada anteriormente con La hermana Sombra, y vemos, el siguiente paso, con la historia de CeCe.

Debo confesar que después de leer el libro anterior, me volví una gran seguidora de la saga de 7 hermanas (aunque son solo seis hermanas, por lo tanto quizá hayan más revelaciones a futuro) quedé muy feliz y ávida de leer más, pero a la vez, me quedaban muchos sentimientos encontrados con el personaje de CeCe, porque, siempre era ella la que llevaba las riendas de todo. Ella era la que hablaba y dominaba y Star solo seguía el ritmo de ella, por lo tanto, a la hora de comenzar a leer la historia de ella estaba nerviosa, por saber cómo es que la autora nos mostraría a esta hermana de avasalladora personalidad.

Y la verdad es que no defrauda.

Lucinda Riley,  nuevamente se luce a la hora de presentarte a una de las hermanas D’Aplièse, y en este particular creo que viene siendo una de mis favoritas, a pesar de que solo se le nombró en la historia de Maia y Ally, es en la historia de Star donde teníamos esta referencia de lo cercanas que eran ellas y que tenían un lenguaje en señas que solo ellas podían entender, que eran inseparables y que ambas pensaban que era prácticamente imposible que esto se rompiera. Solo que sucedió.

Y es cuando comienza la historia de adaptación a estos cambios, pero desde el punto de CeCe, quien, pese a que nos mencionan una y otra vez en el libro anterior que es esta mujer decidida que no le tiene miedo a nada y que habla fuerte porque está tan segura de si misma, realmente no es así, más bien todo lo contrario. CeCe es distraída, sufre de dislexia y tiene complejos consigo misma porque no se encuentra tan bella o despampanante como sus hermanas, por lo tanto, este viaje que la lleva a Australia no solo se trata de saber su origen, sino acogerlo y también encontrarse a si misma. Porque CeCe sufre la pérdida de su hermana, se siente sola y perdida sin su querida Sia (Star) y se nota que es ella la que la necesita más de lo que Star puede necesitarla. Y ella lo admite, con dolor, pero lo admite, y quizá eso es una de las cosas que más me sorprendió a medida que leía el libro, porque, creo que no soy la única que, tiene a alguna persona de la que necesitamos ese equilibrio que tanto cuesta encontrar en nosotros mismos.

Sus pasos la llevan primero a Tailandia, donde conocerá al misterioso Ace, quien le presenta la historia de Kitty McBride, una joven escocesa, hija de un reverendo que descubre un secreto que no debía saber y es mandada lejos de su casa con una familia australiana, los Mercer donde están los guapísimos y a la vez extremadamente diferentes gemelos: el aventurero Drummond y el responsable y ambicioso Andrew y más adelante debe elegir con quién compartirá su destino, en medio de su negocio de la pesca de perlas.

Como viene siendo usual en los libros de Lucinda Riley, no solo se trata de contar la historia de origen de una de las hermanas, sino también lo va entrelazando con hechos reales, como la emigración inglesa hacia las Antípodas, los problemas en medio de los viajes, como estas familias buscan su vida una vez llegadas al país y la relación de estos, con los aborígenes, que, como hemos visto, el hombre blanco siempre ejerce una relación de dominación y rechazo con lo diferente, en este caso, con la población aborigen y posteriormente con la mestiza que también es rechazada por la población aborigen.

 

Como también viene siendo tradición, para diferenciar a las historias,  el presente se cuenta en primera persona y el pasado se cuenta a través de un narrador omnisciente con un separador en que señala la fecha más o menos cuando ocurrieron esos hechos.

Lo que más rescato de este libro es como CeCe se va transformando en una persona mucho más segura de si misma, pero a la vez admitiendo sus propias debilidades pero tomando la decisión de ser más fuerte y hacer algo al respecto, sobre todo porque ella vuelve a ver a su hermana Star y también vemos aparecer a Ma, la mujer que crió a todas estas hermanas.

 

Valoración Personal

 

Disfruté mucho este libro, si bien es algo lento al principio, una vez que agarra su ritmo se vuelve atractivo y muy apasionante porque te tiene permanentemente en busca de las piezas que son necesarias para armar el rompecabezas que es la historia de CeCe, y por lo tanto, todo tiene un sabor muy satisfactorio al final, y creo que es una gran lectura para iniciar el año.

Y desde ya estoy más que ansiosa de leer más de las hermanas D’Aplièse, que con cada entrega, siguen sorprendiendo.

Por ahora mis queridos freakys lectores eso es todo, nos volveremos a ver, espero que muy pronto con una nueva lectura.

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