God of War se ha convertido en una franquicia que ha pasado por muchos cambios y evoluciones, pero ninguno tan importante como el título “God of War” de 2018, el cual no solo cambio la mitología y universo del juego, pasando de la mitología griega a la mitología nórdica, sino que también cambio radicalmente el modo de juego y también la calidad del guion e historia de la ahora gran franquicia. En 2018, casi todos concordaron con que “God of War (2018)” era: “una obra maestra”, “Diez de Diez”, “es imperativo jugarlo” y “lejos el mejor juego del año”.  Y hablando con una persona sobre esta nueva secuela que se aproxima me dijo: “ah, es mas de lo mismo, un DLC con sobrecargo de precio.”, opinión impopular, lo sé, pero entiendo su razonamiento: ¿Cómo se hace una séquela de un juego que se tildo de perfecto? ¿Cómo haces algo más épico que God of War de 2018? Parece imposible… pero en esta épica reseña…yo vengo a deciles cómo es posible.

La premisa del juego es simple, luego de algunos años del termino del primer juego, Kratos y su ya no tan pequeño hijo, se preparan para lo inevitable, el confrontamiento con Asgard, luego de la visita de un emisario de Asgard, ambos se embarcan en una aventura para buscar a un aliado que los podría ayudar a inclinar la balanza a su favor. Todo esto mientras la profecía del fin de los tiempos, el Ragnarök está en camino.

Es difícil hablar de la historia y lo interesante y entretenida que es sin hacer spoilers, y arruinar muchas de las sorpresas que contiene, lo que si puedo decir, es que la historia toca temas, para sorpresa de pocos, sobre la paternidad de Kratos, dejar ir las cosas que amamos y drama de dioses. La historia también pasa por muchas referencias a los juegos originales de la saga, algo que ya hizo la historia del primer juego, ahora amplificado por diez. No me gustaría arruinar mas sobre la historia de este juego, pero si les gusto el primero, es muy probable que esta conclusión será satisfactoria.

Por otro lado tenemos, el gameplay, el cual a simple vista parece “lo mismo” que en el juego anterior, Kratos sigue blandiendo  su hacha de Leviatán y sus dagas del caos, y si bien, se siente prácticamente igual que en la entrega anterior, el combate esta expandido desde sus raíces, dándonos habilidades desde un inicio que antes estaban solo disponibles cercano a terminar el juego, además, el juego ahora tiene mas verticalidad, ya que ahora podremos usar las dagas de Kratos para movernos por el escenario y atacar desde el aire a nuestros enemigos, suena como a poco, pero en realidad es un cambio radical al combate, además, también hay muchos mas objetos como rocas o troncos que se pueden usar para golpear a nuestros enemigos.

Hay otras sorpresas en cuanto al combate, pero creo que es parte de la experiencia descubrirlos por tu cuenta, lo bueno de esto es que Ragnarök siempre está dándote algo nuevo que probar en combate y cuando dices “ya no puedo aprender nada nuevo” vuelve a poner una nueva mecánica, una nueva habilidad o un nuevo tipo de enemigo que te mantendrá aprendiendo, y dándole dinamismo al combate.

Los gráficos de God of War Ragnarök a simple vista se ve muy familiar, y siendo el tono de esta reseña y de este juego en general, al fijarse en los detalles podemos ver que los gráficos también están extremadamente mejorados,  primero que todo creo que este es uno de los juegos con mejores expresiones faciales que he visto, por otro lado, artísticamente este juego es precioso, cada parte de la mitología nórdica representada de una colorida y  detallada manera, nunca note una textura de tan baja calidad como para que destaque, ni nada por el estilo; hubo una ocasión en que en una cinemática un animal desapareció en frente de mis ojos, pero es una escena de como mil que tiene el juego, y como dicen por ahí “una no es ninguna”.

La música y audio del juego son extraordinarios, cada golpe, cada grito y cada metal reverberan en la habitación de una manera muy impactante dándole aún más potencia a los ya poderosos gráficos del juego, y la música, dios, la música, es una banda sonora sacada de los lugares más profundos del mundo de sonidos y canticos épicos, ¡¡ahora cada vez que salgo a la calle escucho estos “Útlægr Guð!!  Smán föður!!” del comienzo del juego y de inmediato mi día se vuelve épico y asombroso, de verdad, les recomiendo usar un buen sistema de sonido si lo tienen y también escuchar el soundtrack mientras están fuera haciendo alguna otra cosa, de verdad que le pone otro tono a tu día.

Finalmente me gustaría hablar un poco de la progresión del juego, es decir, como mejoramos a nuestro personaje en el juego, ya que, creo que es una de sus fortalezas pero también sus debilidades, ya que en los niveles de mas altos de dificultad, el equipamiento, mejorar tus armas y optimizar tus golpes son esenciales, realmente necesitas pensar que funciona mejor con que para sobrevivir, sin embargo, en los modos de dificultar normales y mas bajos, esto no es tan cierto y las armaduras y mejoras se transforman solo en conseguir los que tengan los numeritos mas altos y nada más. Se que esto es una critica menor que no va a arruinar la experiencia de nadie, pero creo que vale la pena mencionarlo.

Lo que si me pareció bueno del sistema de mejora es que ahora todas las armaduras pueden ser mejoradas al máximo nivel por lo que, si una te gusto mas que otra puedes jugar todo el juego con ella, además ahora las armaduras cambian visualmente al mejorarse por lo que tu armadura solo puede ser mejor en todo sentido.

Una vez más, hay algunas sorpresas, que me gustaron también de como se mejoran las habilidades y algunas otras sorpresas, pero dejare que esas las descubras por ti mismo ya que es muy parte de lo entretenido de este juego, descubrir.

Finalmente, si tuviera que buscarle la quinta pata al gato y encontrarle algo malo a este título, seria que, al explorar el mundo, se vuelve un poco repetitivo y mundano abrir cofres una y otra vez solo para recibir un poquito de dinero, no es algo que me sacara de la experiencia en lo absoluto pero muchas veces me fui a explorar para conocer mejor a los personajes secundarios o escuchar sus comentarios mas que para encontrar un cofre con alguna pequeña recompensa. Lo importante es que la exploración será entretenida de una u otra manera.

 

God of War Ragnarök es una obra maestra, un imperdible para cualquier jugador empedernido y respondiendo a la pregunta de al comienzo de esta reseña, si este fuera “Solo un DLC” con mas de lo mismo que en 2018, feliz pagaría de nuevo por más de la calidad entregada en el primer título, pero definitivamente, Ragnarök sobrepasa las expectativas dándonos mas y mejores cosas que su predecesor en casi todos los aspectos. Así es como se deberían hacer juegos “AAA” con esta calidad si vale la pena cada peso de su precio. En lo personal nunca me ha gustado poner notas en mis reseñas ya que la opinión es subjetiva, pero a God of War Ragnarök le doy 12 de 10 dagas del caos, por que se las merece y sin duda, es de lo mejor que podrás jugar este año.

 

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