Como sabemos, queridos freakys, estamos en el Pride Month. En este mes, celebramos  la historia de gays, lesbianas, bisexuales y transgénero, y la historia de los derechos LGBT y los movimientos de derechos civiles relacionados.

Cuando hablamos de esta comunidad, la llamamos con estas siglas: LGBT: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales. Y aunque en la actualidad se han añadido las letras I (Intersexual), T (Transexual, Travesti y Transgénero), Q (Queer) y A (Asexual), en el mundo se hace referencia a la comunidad LGBT.

Pero, no es de eso completamente que les voy a hablar, sino que quiero hablarles de algunos personajes y parejas que a lo largo de la historia del manga, han sido un ícono que han marcado nuestras vidas.

Si bien en muchas series, las parejas LBGTQ se están haciendo algo cada vez más común, no son algo tan nuevo en animés y mangas japoneses, sobre todo en el género shoujo, que son justamente escritos por mujeres, y nos han ayudado a entender que el amor viene en más de una forma.

¿Qué les parece si los revisamos?

 

Haruka Tenoh y Michiru Kaiou: un amor que trasciende el espacio-tiempo

Haruka y Michiru, o como las conocemos, Sailor Uranus y Sailor Neptune llegaron juntas y nos condujeron a la saga más interesante de toda la serie, en que no solo aparecían nuevas sailors en la batalla, sino que eran más reacias a unirse al grupo original. Ellas trabajaban solas. Y estaban dispuestas a hacer todo lo que fuera necesario para cumplir su objetivo.

Pese a que en la edición justificaron su relación con que eran «»primas»» (en serio) gracias a Dios en Latinoamérica vimos su relación de manera extremadamente natural, sin morbo, sin justificaciones, uno sabía la seriedad de su relación en sus gestos, en sus miradas y en cómo se hablaban. Haruka es libre como el viento: temeraria, extrema, le gusta la velocidad, sus autos, y viste como chico (que pese a que se decepcionan de que sea chica no les impide encontrarle «guapo») e incluso en el manga besa a Usagi confundiendo sus sentimientos y haciéndole la pregunta «Chico o chica, ¿realmente importa?»

Michiru por el contrario es como el océano profundo: calmada, pacífica, adora el arte y tocar su violín, y ambas saben que decirle a la otra cuando algo está mal. Haruka es arrojada y sobreprotectora, Michiru es silenciosa pero sabe apaciguar a su compañera y pese a lo coqueta que pueda ser, ambas se entienden mutuamente, y no pueden vivir la una sin la otra.

Cuando Naoko fue consultada por la naturaleza de su relación, ella fue enfática en decir:  “La razón es que se complementan. Neptuno es más femenina mientras Uranus es como una Tomboy y tiene el corazón de un chico. A esa edad, las chicas tienen un montón de emociones”

 

Yukito y Touya: todo por la persona amada

En cuanto Touya Kinomoto vio al joven Yukito Tsukishiro, supo de inmediato el secreto que más se esforzaba en esconder y que hasta él mismo desconocía: que él no era real y nada de él era real, excepto lo que sentía en su corazón. Touya desde ese momento lo llevó a su casa, le presentó a su familia que lo acogió como uno más y son muchos los días y momentos que siempre comparten el uno al lado del otro.

Touya siempre respetó el silencio de Yukito y su ingenuidad de no saber realmente quién era, pero, en cuanto la situación se volvía insostenible, sabía que dependía de él hacer algo, porque si algo le pasaba a su forma verdadera significaba vivir en un mundo en que su persona más le importaba desaparecería, por lo tanto… dar un don que lo acompañó toda su vida era un sacrificio bastante menor en comparación, ¿no? Yukito y Touya son una relación que de a poco se construyó, pero es algo que ni la magia ni las identidades falsas pueden destruir.

 

 Lady Oscar y Rosalie : el florecer del primer amor

No voy a mentirles queridos freakys, al llegar a Lady Oscar shippeaba a Óscar con mucha gente, (entre ellos André) pero, es que tenía demasiada química con todos, pero esta serie ofrece una arista importante porque el llegar a la corte, todas las damas tienen un crush con Óscar. incluso María Antonieta.

Pero es sin duda la relación con Rosalie, es a relación más interesante. Cuando Óscar la encuentra ve a una muchacha que solo desea venganza contra una injusticia y Óscar solo desea darle un espacio, una familia (y quizá… una oportunidad de venganza) y pasa poco tiempo antes de que Rosalie se enamore profundamente de su protectora y le diga que ella es su verdadero primer amor. Ella lo sufre y llora cuando se da cuenta, ambas se dan paz, ambas encuentran calma la una con la otra y pese a que no se consolidan como pareja, sintieron algo muy real que trascendió sus vidas.

 

Utena y Anthy: El amor es una revolución

Cuando Utena vio por primera vez a Anthy sintió un intenso aroma a rosas que de inmediato la hizo sentir una nostalgia, como si se hubiesen visto antes… y por una serie de «coincidencias» empieza a ser el príncipe de esta prometida de la rosa que no puede escapar de una prisión que le fue impuesta.

Utena es una joven noble y justa que en su pasado fue salvada por un príncipe que le menciona que si se mantiene tal como es, se reencontrarán y eso es lo que motiva su vida, por lo tanto cuando en la academia Othori que es un mundo patriarcal y machista dirigido por Akio, que es el arquetipo del príncipe que solo quiere hacer princesas para someter y controlar. Prueba de esto es la misma vida de Anthy que ha vivido por años utilizada como un objeto para goce personal de Akio, aprovechando los sentimientos que ella ha tenido por él. Anthy por decisión propia (arrastrada por este amor a su príncipe) decide dejar se sentir y ser la princesa que quiere que sean que no lucha ni cuestiona, por lo tanto cuando Utena llega y le expresa genuina empatía, y devoción, lo que lleva a Anthy liberarse y generar su propia revolución: su amor se construye de a poco, con cada vez que se tomaron la mano la una a la otra, sin asumir roles, solo siendo ellas mismas. El amor no es sumisión, sino que es acompañarse en las buenas y en las malas, y eso fue la verdadera revolución.

 

 

 

Claudine y Alluka: siendo quienes realmente son

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el manga de Claudine de Riyoko Ikeda (la misma mangaka de Lady Oscar) en 1978 lanzó este manga de un solo tomo que nos mostraba la historia desde el punto de un psiquiatra de principios del siglo XX que trata al protagonista, quien nació como mujer (de ahí al nombre de la obra) pero que desde temprana edad se siente identificado como hombre y tanto su padre como sus hermanos acceden a llamarlo Claude, su madre es reacia pero accede.

La obra nos va mostrando como va creciendo y de a poco, encontrando el amor, en personas que si bien se enamoran de él, se va viendo preso de que no se siente completamente aceptado tomando trágicas decisiones. El manga retrata muy bien la transición de como es para la persona y para su entorno.

Otro caso destacable es con Alluka Zoldyck del manga Hunter x Hunter de Yoshihiro Vagashi Togashi. Alluka es el cuarto hijo de esta peligrosa y prestigiosa familia de asesinos que nació como niño, y todos tratan como niño, pero Killua (quien es el personaje más emocionalmente conectado a Alluka) sabe que ella se siente como una niña. Si bien no ahondan tanto en el tema (porque el manga sigue detenido) si es interesante que esto se toque sobre todo en una obra shonen.

 

Todos estos casos queridos freakys, han ido marcando de a poco la historia del manga y han marcado tendencias, cada uno ha ido inspirando a otros mangakas a dar un paso más y mostrar más de una realidad ya sea en Francia o en una academia/prisión o luchando contra seres sobrenaturales, el amor es el amor, y es una magia tan poderosa que puede venir con todos los colores del arcoiris. 

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