«El principio del fin»

Por supuesto, todo comienza con la reunión de las historias que hemos estado siguiendo hasta ahora; Waspinator trae al titán ante Shockwave, quien informa a Nova prime y compañía que ya está muy cerca de conseguir el objetivo, aunque aún le falta un paso para lograr que entren en nuestro universo.

Por otro lado, Starscream estrena nuevo cuerpo y se encuentra con el nuevo amanecer, que no está siendo causado por un sol sino por una extraña fuerza en la lejanía; ante un peligro casi incalculable, decide llamar a la Lost light para pedir refuerzos.

Resulta que cuando Orion y compañía salieron a duras penas del espacio Benzulli, el líder dejó un mensaje de alerta, que fue rastreado por Blaster, lo que llevó a la Lost light a ir en su auxilio y por ende a reunir a Rod con el ex Optimus. Así las cosas, la información de Starscream y la de Orion mas los datos de Cyclonus confirman que el universo muerto no ha terminado de amenazar el nuestro.

Después de hacer una parada en el taller de Brainstorm, quien provee al grupo de dispositivos que les permitan sobrevivir en el universo muerto, Orion, Rod, Cyclonus y Hardhead se lanzan a lo desconocido, dejando la Lost light a cargo de Magnus. Una vez en su destino, el equipo se encuentra con una enorme sorpresa: Nightbeat. Mientras tanto en la nave, el curso de esta se cambia por causa del trozo de dedo de Metroplex que vimos en el spotlight de Trailbraker, que hace que Brainstorm deduzca que es porque el titán sigue vivo y necesita la ayuda de ellos.

De vuelta en Cybertron, Starscream hace una parada con Scoop, aquel fanático al que utilizó para sus propósitos; el constructor le relata una de las viejos leyendas apócrifas de Cybertron, una en donde existe un falso elegido, un titán y un cíclope en el fin de todo. En pocas palabras, le está dictando su futuro.

Desde luego que los problemas para Bee y compañía no terminan; exiliados como están, se topan cara a cara con la aparición del titán casi muerto, y por si eso fuera poco, Soundwave y los demás aparecen en el lugar. Después de algunas escaramuzas, todos deciden aliarse, pero el titán colapsa y la explosión consecuente arrasa con todo a su paso, mermando a los grupos y destrozando gran parte de la ciudad; Starscream logra salir librado como siempre, pero el Cybertron por el que ha tratado de apropiarse está ardiendo y la gente que depositó en él su confianza comienza a exigir que haga lo que la profecía supuestamente decía de él.

La Lost light cambia el rumbo y sigue las «instrucciones» de Metroplex, pero las cosas no salen exactamente bien y terminan en un ambiente sub acuático, rodeados de amonitos, aquellos que aparecieron en la nave durante la visita de Thunderclash; se produce una batalla en donde miles de estos enemigos los amenazan, y que fuerza al grupo a separarse para tener mayores probabilidades. Sorprendentemente, lo que se encuentran bajo ese abismo acuático es nada menos que a Metroplex.

Para finalizar, Starscream sigue intentando salvar su reino, pero se topa con la sorpresa de la resurrección de Metalhawk; este aprovecha para robar a un paralizado Megatron y lo lleva con Shockwave, quien revela que el líder ‘con le es necesario para sus planes porque en su cuerpo hay tecnología de portales espaciales y con eso en su poder podrá traer de forma definitiva a Nova prime y el universo muerto.

Nos leemos en pocos días en el siguiente análisis: Dark Cybertron 02

 

 

 

 

 

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