Yo creo que a todos y a todas nos pasa algo cuando vemos alguna serie o película que afirma estar basada en hechos reales. Nos hace vacilar cruzar una y otra vez la línea que separa lo real de lo increíble. “The Act” es la máxima expresión de estas sensaciones. Viendo esta serie te encontrarás a ti mismo o a ti misma diciendo muchas veces “no te creo”. Pero créelo. Todo lo que se muestra aquí sucedió en Springfield, Missouri, entre los años 2008 y 2015.

Para contextualizar, “The Act” está basada en la historia de Dee Dee Blanchard y su hija, Gypsy Rose, quienes son interpretadas por Patricia Arquette y Joey King (ya hablaremos más adelante del gran nivel de sus actuaciones). Gypsy Rose es una joven que vive confinada a una silla de ruedas, y depende en un cien por ciento de los cuidados de su madre, debido a la cantidad de enfermedades y complicaciones de salud que la aquejan. La relación entre ambas se va friccionando dramáticamente a medida que Gypsy crece y busca conseguir algún grado de independencia, mientras que su madre busca controlarla y reprimirla aún más que antes. Esto, sumado a que Gypsy logra darse cuenta de cómo su madre la engañó y le hizo creer que estaba enferma cuando en realidad no era así, hace que la relación entre ambas se quiebre inevitablemente.

La serie fue estrenada en marzo de 2019, utilizando la plataforma Hulu como medio de difusión. Y bueno, si hasta aquí la historia no te suena conocida, ni tienes mínima idea de hacia dónde puede ir, estás a tiempo. No busques nada y sólo ve la serie, esta reseña no tendrá spoilers tampoco.

Vayamos a lo primero. La forma en la que la historia está distribuida, con saltos constantes entre el desenlace de la historia y los años que lo anteceden, hacen que la serie llame de inmediato la atención. Esto la hace muy adictiva y “maratoneable” – son sólo 8 capítulos. Además de esto, hace que la audiencia ate cabos a medida que avanza en el tiempo, y logre entender cosas que de buenas a primeras no se entienden. La edición en ese sentido está muy bien también. Con lo llamativo de la historia verdadera, los realizadores notaron que era innecesario usar ganchos o “cliffhangers” al final de los capítulos, y eso se agradece.

En términos más concretos, habiendo buscado declaraciones y entrevistas posteriores a los hechos, es realmente impresionante lo preciso y apegado a la realidad de muchos de los diálogos, y de la construcción de las escenas y momentos de mayor tensión de la historia. Aquí es importante no sólo resaltar el trabajo de producción detrás de cámara, sino también el del elenco completo de actores y actrices.

En este apartado nos encontramos con el alma de esta serie que son Patricia Arquette y Joey King en los papeles principales. Pese a no haber demasiado parecido físico con las protagonistas reales de la historia, sus performances individuales y la relación de ambas en pantalla son espectaculares. Existe entre ellas una complicidad muy patente y muy tóxica, que termina siendo una descripción casi de manual de lo que se conoce como el síndrome de Münchhausen por poder (esto sí puedes buscarlo antes de ver la serie). Lo impactante de la forma en la que ambas entran en este espiral de mentiras y amor forzado, recae imperativamente en el trabajo de ambas actrices. Es importante destacar además, que ambas fueron nominadas a los Primetime Emmy Awards 2019, resultando Arquette como ganadora del premio a Mejor Actriz de Reparto.

Podría ahondar más en cosas que me parecieron geniales de esta serie pero no quiero ser redundante. Es mejor que esto quede como otra de nuestras recomendaciones de cuarentena, más que una reseña en sí misma. “The Act” es sinceramente es de las mejores series autoconclusivas que he visto este último tiempo. Es una montaña rusa entre el suspenso, lo macabro y lo cruda que es la realidad de las víctimas de este tipo de síndromes. Eso sí, ten muy claro que víctimas y victimarios pueden llegar a ser ambas cosas a la vez. Esta serie está disponible en Amazon Prime, y también en tu sitio favorito para ver cine y televisión de manera gratuita. Quédate en casa, disfruta y no dudes en contarnos qué te pareció.

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