¿Así se sentía un flechazo de amor?
¿Un dolor de estómago, una sensación burbujeante en la yema de los dedos?
Cuando un tornado azota su pueblo, la casa de Ivy Aberdeen, de doce años, queda destruída y su familia termina desplazada. Ivy se siente invisible e ignorada luego de la tormenta… y lo que es peor, su cuaderno repleto de dibujos secretos de chicas tomadas de las manos ha desaparecido.

Misteriosamente, los dibujos de Ivy comienzan a reaparecer en su casillero con notas de alguien que la alienta a hablar de su identidad. Ivy piensa -y espera- que ese alguien sea su compañera de clase, esa chica que a Ivy le genera mariposas en el estómago.

¿Encontrará Ivy la fuerza y el coraje para seguir sus verdaderos sentimientos?

Queridos freakys les doy la bienvenida una vez más a una nueva reseña de libros. En esta ocasión vamos a hablar un poco de un libro del que tenía mucha expectación por leer, aunque en un momento me cuestionaba el hacerlo, principalmente porque pensé que quizá yo ya era muy vieja para hacerlo. Y lo bueno de esto es que para leer un libro no es necesario ser de la edad del público porque de todos modos uno puede analizarlo desde su punto de vista, ¿no?

Por otro lado es una novela que hace exploración en un tema que me parece novedoso y muy importante que tocar: la identidad sexual en una novela middle grade (público objetivo de 8 a 12 años)

Así que con ese pensamiento, me dispuse a leer La carta de Ivy Aberdeen al mundo de la autora Ashley Herring Blake que posee una vida bien interesante, porque además de escritora con unos cuántos libros que tengo mucha curiosidad de leer, también escribía canciones y poemas.

La vida de Ivy Aberdeen da un vuelco cuando en su natal casa en la ciudad de Georgia en el estado de Atlanta es devastada por un tornado y la familia es obligada a buscar refugio, vivir en hoteles y a cruzar los dedos para que ellos puedan recuperar su casa lo antes posible, pero hay algo más.

Ivy, una joven extremadamente tímida, y que está en medio de una crisis de identidad, se siente desplazada, se siente invisible por su familia con quienes no se siente capaz de comunicarse y solo le queda recluirse en su mundo interior en el que se dedica a dibujar y pintar, su único medio para expresarse. Pero incluso eso cambia luego, porque, sumado a la desaparición de su casa, pierde su posesión más preciada: sus lápices y cuadernos en donde ilustra a chicas tomadas de las manos siendo libres.

Y por supuesto, una chica a la que le quitan su posesión más preciada con su mayor secreto que podría revelarlo, la descoloca, la asusta, pero afortunadamente cae en «buenas manos» porque sus ilustraciones de a poco van apareciendo en su casillero, con mensajes de ánimo que la instan a ir contestando aquellas preguntas que tiene pero no se atreve a responder, ¿esto es el amor? ¿Qué pasa si siento esto por una chica? ¿Cómo van a reaccionar todos? Porque teme al rechazo. Pero este personaje, Guardián es alguien que le dice que está de su lado y que no debe temer ser, quien realmente es.

Aunque a la vez eso solo resulta en más preguntas porque, ¿quién tomó su cuaderno secreto? ¿Sus amigos? ¿La chica de la cual se enamoró? Por lo tanto seguimos a Ivy en este viaje no solo de investigación sino también de conquista de sí misma. Porque si, es una historia de amor, es una historia de amor de familia, de amor de amigas, de aquel maravilloso primer amor y la sensación de estar enamorada, pero también, es como Ivy logra conocerse y enamorarse de sí misma, cosa que es una gran lección para cualquier persona de 8 a 12 años, no son muchos los libros que nos dan esa lección.

Es un libro cuyos capítulos son breves, y se pasan rápido y quedas siempre con ganas de más, porque siempre es interesante la mirada que tenga una muchacha de 12 años frente a un mundo que puede llegar a asustarla, pero con el paso del tiempo va incluso descubriendo que las cosas mejoran, que no está sola y eso es lo que la va animando a ser resiliente y tener la suficiente fuerza para decirle al mundo quién es, y sentirse libre. A medida que uno lee el libro no puede evitar sentirse enternecida de la madurez de Ivy y desear que le vaya de la mejor manera, y creo que otra de las mayores fortalezas es como tratan con mucha madurez el tema de la homosexualidad en una protagonista tan joven.

Por eso, mis queridos freakys lectores les animo encarecidamente a leer este libro, porque, me dejó claro que, aunque las cosas puedan verse muy terribles, las cosas mejoran. La vida mejora, y nosotros somos los llamados a hacer ese cambio y crear un mundo donde podamos aceptarnos y querernos. Puede verse difícil, ¿no? Pero, creo que mientras estemos vivos, y con el corazón abierto, hay un millón de posibilidades de crear un mundo en que podamos pintarlo con todos los colores del arcoiris.

 

Comenta con Nosotros