• Dirección: Karyn Kusama
  • Producción y escritura: Phil Hay y Matt Manfredi
  • Música: Theodore Shapiro
  • Reparto: Nicole Kidman, Sebastian Stan, Toby Kebbel, Tatiana Maslany, Bradley Witford

Sinopsis:

Erin Bell (Nicole Kidman) está retirada de las fuerzas policiales estadounidenses, aunque no tiene problema en prestar de sus servicios cuando un conocido asesino y gánster reaparece tras 17 años de ausencia.
Su desenfrenada búsqueda policiaca en paralelo a trabas personales que indudablemente se relacionan las unas con las otras, pondrán a Erin en una encrucijada la que no le permitirá soltar su pasado tan fácilmente.

Reseña:

Karyn Kusama es la encargada de dirigir esta filmografía en que protagoniza a una mujer respecto a un mundo de posibilidades otorgadas por sus propias decisiones y personas que la rodean, las que se someten a trabas machistas y/o socialmente establecidas por los demás, así como lo hizo en la película Jennifer’s Body (2009) y Girslfight (2000).
En esta caso, Kusama nos invita a conocer a Erin Bell (Nicole Kidman) una policía retirada que en sus inicios laborales estuvo encubierta junto a su compañero Chris (Sebastian Stan) en un grupo de drogadictos y alcohólicos que usualmente robaban bancos, entre ellos los lideraba Silas (Toby Kebbel).
Frente a esta convivencia extensa con los delincuentes, Chris y Eren establecen una relación amorosa, la que los llevará a enfrentarse a sus responsabilidades, amor, protección y por supuesto, la frenética e indudable decisión sobre qué es lo correcto y lo que no.

¿Qué hace interesante esta película?

Kidman año tras año se reinventa a sí misma y poco a poco se aleja de ese concepto cinematográfico erróneo y por general Hollywoodense de la chica rubia perfecta e intocable. Este año lo ha cerrado con su rol como Atlana en Aquaman, con millones de ventas en cines internacionales, su papel en Big Little Liars y ahora en el rol de una policía anciana, sucia, despreocupada del mundo y de su misma, la que trajo consigo una nominación número 13 a los Golden Globes.

La actriz encarna a una mujer sola, raquítica, con una mirada perdida, enojada con todos y con ella, como si estuviera viviendo su propio infierno; su auto-destrucción.
El insomnio y las grandes cantidades de alcohol parecen ser su compañía junto a reiterados pensamientos de “¿Qué hubiese pasado si…?”, no permiten que su personaje avance y que retome su vida, enmendando quizás las cosas con su hija. Representar a Erin no es sencillo, adentrarse en un dolor tan profundo como un duelo inconcluso, el abandono y la búsqueda de justicia no es tarea fácil y el cuerpo de la ex policía lo demuestra, siendo esa mirada desafiante, pero a la vez dolorosa, la que determina un cambio en las anteriores actuaciones de Nicole y por ende crean una obra visualmente prestigiosa de ver. Conmovernos con su personaje, es el mayor logro de un artista.

Durante toda la producción, estamos en un constante flash back de la vida de Erin y en como los pequeños detalles marcaron la diferencia, en particular con su hija y como esta relación se ha sustentado en ausencias, penas y dificultades madre e hija, siendo esta faceta de la desaliñada policía, lo que más le interesó a Kidman al momento de leer el guion: la fuerza femenina contrastada en una película de acción.
Otro punto a favor es el excelente maquillaje que tanto Kidman como el elenco completo logra representar.
Al ir y venir entre situaciones ocurridas en la actualidad y hace 17 años, evidentemente los personajes radican cambios emocionales y por sobretodo físicos. La versatilidad del maquillaje, iluminación y personalidad, emergen y contrasta a dos Erin: una policía joven, bella, llena de esperanza y sentido de justicia hasta llegar a una mujer triste, a la deriva, con una apariencia desolada y amarga, pero que nunca dejará de luchar por lo que considera justo, intentando enmendar los errores del pasado.
La odisea moral y existencial de Erin podrían haber terminado en una película plana y derechamente aburrida, siendo la actuación espectacular de la actriz la que catapulta la historia y la hacen destacar entre tanta soledad y ese poderoso sol de California.

Te invitamos a presenciar esta excelente película en los mejores cines de nuestro país y mientras la ves, pregúntate: ¿Qué es lo que te destruye a diario? ¿Qué harías por cambiarlo?

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