Una de las series insignes de los noventa fue Sabrina, la Bruja adolescente. La serie trataba de Sabrina, una chica que a sus 16 años le confiesan que ella realmente es una bruja y vemos que nunca tiene que tener una elección en un mundo a otro, de alguna manera es la Hannah Montana antes de la misma, porque tiene lo mejor de dos mundos.

Y les cuento esto a propósito del futuro estreno de Netflix, una reimaginación del nuevo comics de 2014 de Sabrina y que está más lleno de magia negra y lo sobrenatural que hace que, sea una de las mejores series sobrenaturales y que si no tienen un panorama de Halloween, es esta serie la que deben ver en un día así.

Y es así como se las voy a recomendar a que la vean, por supuesto, sin spoilers.

Sabrina Spellman (Kiernan Shipka), es una joven llena de energía, de buen corazón e inteligente que vive con sus querida tía Hilda (Lucy Davis) y su también querida -pero aterradora- tía Zelda (Miranda Otto) y su primo Ambrose (Chance Perdomo), quien es su gran confidente en sus problemas más «terrenales», y sus días se van entre escuela y salidas con sus amigas y su adorado novio Harvey Kinkle (Ross Lynch) y sus amigas, porque sus padres no están cerca por alguna razón misteriosa que se irá develando con el tiempo.

Y todo va muy bien hasta que Sabrina cumple sus dulces 16 y debe tomar una decisión determinante para su futuro: escoger entre su vida como mortal, o su vida de bruja, y el conflicto es que ella adora esos dos aspectos de su vida y no puede llegar a un equilibrio. Y además no es como aceptar la magia en su vida y ya está, es aceptar toda una tradición religiosa, adorando al Señor Oscuro y uniéndose por siempre a la Iglesia de la noche, en otras palabras, abandonar su vida humana, porque los tiempos entre ella y el resto de los mortales correrá de manera diferente, y Sabrina no es muy amiga de esas decisiones tan definitivas.

Y no ayuda mucho el hecho que sus tías (sobre todo Zelda) no la hayan iluminado mucho en cuanto a lo que quiere decir en dedicarse tiempo completo a su religión, porque para ellas es tan sencillo como que acepte al Señor de la Oscuridad en su vida, sino estaría pecando de ser hereje, y lo dicen de manera muy abierta, lo cual ha sido uno de los aspectos que más me gustaron de la serie que mencionan sin tapujos una religión más abocada al satanismo, cuando otras series lo han hecho por encima.

Es interesante de todas maneras ver como transcurre esta serie que desde los hermosos créditos iniciales te atrapa completamente, y finalmente vemos a Sabrina en su escuela, en que claro, como toda escuela secundaria nos encontramos un montón de clichés de personalidades adolescentes, los deportistas/bullys, pero que son tan actuales que no molesta verlo, además que nuestra heroína sabe perfectamente lo que debe hacer, y con sus amigos, es que forma una asociación llamada inteligentemente, WICCA, porque son adolescentes conscientes de los tiempos en los que viven y dejan una gran lección a las nuevas generaciones a moverse en el caso de que pase alguna situación desafortunada.

Y por supuesto que los personajes se lucen demasiado, sobre todo Sabrina, que produce un efecto de encanto inmediato apenas la ves, y quieres saber más de ella, y a veces su sonrisa se ve sumamente pura a la vez que intrigante y la química que posee con Harvey es preciosa, en serio, sientes que su relación es sumamente genuina y sana, y ni hablar de la relación con sus amigas que es una sororidad a prueba de todo.

La serie tiene una atmósfera de misterio muy bien lograda que te llega a recordar en momentos a un cine clásico de los años 60 en que se cruza con imágenes crudas y rituales misteriosos y aterradores y eso es parte del encanto de esta serie. Y por eso es una de las mejores series que Netflix tiene para ofrecer en esta temporada -en mi humilde opinión- porque pese a lo aterradora que se vea o lo misteriosa si sabe abordar de manera muy exitosa con comedia y romance, puedes morir de amor de la relación entre Harvey y Sabrina, reír con los diálogos de Ambrose y morir de miedo con otras secuencias, la serie sabe lo que es y lo desarrolla super bien.

Y por supuesto, la pregunta del millón, ¿Y qué pasa con Salem, Kobabruja de Halloween?

Está aquí. Quizá no es tan hablador como en su versión de los 90, pero si toma un papel clave en su relación con Sabrina, porque más que darle un consejo de algo que seguro la pondrá en riesgo, Salem aquí busca protegerla, es más bien su confidente y solo busca su bien. Y por otro lado, apenas lo vean mis queridos freakys se van a enamorar de él.

En suma, se las recomiendo 100% El mundo oculto de Sabrina tiene el horror, tiene ese lado sobrenatural, y tiene la suficiente sutileza para equilibrar un montón de elementos que en otras series parecería imposible de llevar a cabo. Es un gran panorama para ver en este mes del terror, y les aseguro que no se van a arrepentir, así que por ahora agarren sus escobas, saquen sus calderos y prepárense para recitar sus mejores hechizos, porque la magia la lleva y las brujas, lo sabemos muy bien.

El mundo oculto de Sabrina llega este próximo 26 de octubre, solo por Netflix.

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