Comenzamos con la ambientación apropiada: los bots ganaron la guerra y Cybertron fue revivido por el poder de la matrix. Megatron está presumiblemente muerto, Optimus se fue, y la Lost light voló en una gigantesca explosión, lo que deja a Bee haciéndose cargo de todo.

Bien, de todo no, ya que Metalhawk se ha puesto a sí mismo el título de representante de los recién llegados, y Prowl tuvo la brillante idea de poner chips inhibidores en los cons para tenerlos como refuerzos de orden.

El rechazo natural del planeta hacia cualquier cosa es una amenaza constante, los extranjeros odian a los cibertronianos, los cons se comportan agresivamente y Metalhawk aprovecha cualquier oportunidad para echar leña al fuego; todo explota cuando Horribull se sale de control por maltratar a un extranjero y Bee se ve obligado a detonar su chip inhibidor, lo que en teoría lo mata. Lo que el atribulado amarillo no sabe es que los cons han hackeado el sistema de los chips y fueron ellos los que mataron a su colega, para aumentar la tensión y tener todo listo en el momento preciso ¿Para qué? Según Ratbat, para asesinar a Bee en la ceremonia de despedida de la Lost light y apropiarse de todo en el caos consecuente.

Starscream, quien había estado a la espera, considera que el plan de Ratbat es pésimo y además le dará poder, por lo que se le ocurre «entregarse» a los bots y decirle a Prowl lo que está sucediendo: El policía envía a Arcee a tenderle una trampa al improvisado líder ‘con, lo que desencadena la muerte del murciélago, y la irrupción de Screamer en público, sugiriendo de forma humilde que se forme una coalición entre bots, cons y extranjeros, lo que provoca un inesperado buen recibimiento por parte de los recién llegados.

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, una extraña explosión de energía mata a un grupo de extranjeros y bots, sin que haya una explicación clara para ese extraño suceso; mientras los conflictos gubernamentales siguen, Wheeljack descubre que hay una razón orgánica para que esa explosión tenga lugar: originalmente, Cybertron tenía dos lunas, las que funcionaban en simbiosis con el planeta. Pues bien, una de ellas fue destruida en la guerra, y no reapareció por sí sola al revivir el planeta, lo que significa que el cuerpo celeste ha estado preparado para enviar pulsos de energía en esa dirección. Después de un segundo pulso que se lleva por delante a uno de los nuevos aerialbots y a otros más, Wheeljack consigue detener los eventos con una serie de misiles, pero el resultado en general no es bueno: Silverbolt se harta de la mala dirección que están llevando los acontecimientos, la nueva alianza y la nueva dirección, por lo que abandona junto a los suyos la ciudad.

Como término a este terrible inicio, Bombshell asesina a un aerialbot, y con uno de artilugios electrónicos controla a Sunstorm y Dirge, desatando un caos en el sector de desperdicios; con la ayuda de Arcee y poniendo en peligro a Blurr, el policía consigue dar alcance a el insecto, lo liquida y con él a los constructicons. Por sorpresa es Blurr quien le dice unas cuantas verdades al policial, mientras Bee se queda mirando.

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Nos leemos en pocos días en el siguiente capítulo: Más de lo que los ojos ven 02

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