«La llegada del tiempo final»

El siguiente análisis incluye spoilers moderados y comprende los números 11 al 12 de Dark Cybertron.

La historia

Todo ha llegado al punto definitivo para el planeta; esta última revisión comienza con un cielo oscurecido por la llegada de millones de amonites dispuestos a arrasar con todo.

Mientras vemos a Shockwave conectar su máquina a él mismo y comenzar el proceso de unificación de todas las energías, la batalla en lacon requiere los esfuerzos combinados de todos los posibles; los bandos se olvidan, y unidos todos usan lo que tienen para atacar a los cientos de miles de enemigos que están al acecho.

Bee tiene el plan suicida de ir a por Shockwave directamente; se arma un equipo con Megatron, Soundwave, Skids, Getaway, Magnus y Brainstorm, a los que se unen un recién reformado Metalhawk, que tras su resurrección e inicial apoyo a Shockwave ha comprendido que estaba del lado incorrecto. Pero el volador no viene solo, ya que trajo a Starscream, Scoop, Rattrap y Skywarp, y juntos planean apoyar la misión de detener al cíclope.

Metroplex, la Lost light y Prowlstator se encargan del ejército de amonites y Monstructor, aunque no parece que puedan resistir durante mucho tiempo; por desgracia, Skywarp no se encuentra en buenas condiciones y no puede llevarse a todos, de modo que Bee va con Megatron, Starscream, Brainstorm, Skids, Magnus, Metalhawk, Rattrap y Waspinator mientras los otros se quedan a luchar.

Una vez dentro del lugar, Magnus, Brainstorm, y Skids se quedan a pelear con Bludgeon, mientras Bee y los demás van a por los dos objetivos centrales: el laboratorio de Jihaxus y la localización de Shockwave. De camino, Bee y Megatron se encuentran con Galvatron, a quien el líder ‘con casi asesina, de no ser por la providencial intervención de Bee, quien dice que debe entender que su camino de violencia no conseguirá los que eran sus objetivos iniciales antes de la guerra. Estas palabras consiguen calar en Megatron, pero le dan a Shockwave la oportunidad de asesinar al amarillo.

En tanto, Bludgeon está a punto de derrotar a Magnus y compañía, pero sucede una sorpresa y Optimus y los demás aparecen al rescate; al mismo tiempo en el laboratorio de Jihaxus, Starscream, Rattrap y Metalhawk están tratando por todos los medios de detener el funcionamiento de la máquina.

Los problemas no cesan para nuestros héroes; nada más llegar, Kup, Ciclonus y Nightbeat comienzan a colapsar debido a su conexión con el universo muerto, lo que obliga a Rod a tomar una difícil decisión y dejar la primera línea de batalla para llevarlos hacia la Lost light, en donde Brainstorm tiene elementos que podrían salvar la vida de los maltrechos guerreros.

La batalla sigue por todo lo alto en la ciudad; mientras todos los bots disponibles pelean de forma incansable contra los amonites, en los subterráneos Megatron intenta detener a Shockwave pero sin éxito. Este le dice que aprovechó la guerra para cosechar los ores sin interrupción, y que sus acciones van en curso a conseguir una igualdad absoluta para todos, pues cuando termine el proceso de integración, todo en el universo quedará reducido a nada. Optimus y Magnus llegan al lugar justo en ese momento, aunque el segundo es derribado por un rayo del cíclope, quien se dispone a terminar con todo.

En tanto, Starscream la tiene difícil contra Jihaxus, pero Metalhawk descubre un modo de detener el funcionamiento de la máquina; dado que él fue revivido por el ore de la resurrección, puede mezclarse con el elemento alquímico que combina todos los ores a la perfección. El extranjero entrega su vida arrojándose a la máquina en pos de un bien mayor, y eso le da a Starscream la oportunidad de matar a Jihaxus de una vez.

Al desestabilizar la máquina, esta deja de enviar energía a los amonites, que caen destrozados por todas partes; Mainframe conduce a la Lost light directo hacia Monstructor para descomponerlo, lográndolo en el último instante.

De vuelta en las instalaciones de Shockwave, Optimus le dice que él en el fondo creía que el Shockwave original antes del Shadowplay estaba en su interior, pero ha entendido que murió en ese momento; le explica que retomó el manto de Optimus gracias a que Rod le recordó la esencia de quién era. En ese momento llega Megatron, quien muestra el logo autobot de Bee, diciéndole que lo considera su amigo porque entendió a través de su sacrificio que la causa que representaba no era la misma que aquella contra la que se levantó en armas, y que ese cambio es algo que el propio Shockwave puede experimentar, porque incluso cuando hayan trastocado su personalidad, no eliminaron por completo sus recuerdos.

Shockwave dice entender lo que le han dicho, pero la conexión con la máquina es irreversible, de modo que tiene un momento de luz y le pide a los líderes que le disparen; honrando el recuerdo de quien fue en un inicio, Shockwave desaparece en la implosión de la anomalía.

Mientras Optimus y Megatron son rescatados del lugar de la explosión por la Lost light, Galvatron reaparece en las inmediaciones para reunir a los decepticons, y a un devastado Soundwave, en pro de reformar a los cons. La gran batalla ha terminado de un modo inesperado, con sorpresas para todos, y un nuevo horizonte que se abre lleno de oportunidades, dudas y promesas.

Este final explosivo es la reunión de casi todas las historias que hemos estado siguiendo hace 19 revisiones, exceptuando el destino de quienes andan por otros sitios como los scavengers o Thundercracker. La muerte de Bee quedó opacada por el conflicto global, pero es sin duda uno de los momentos más tristes; después de todo lo que se sacrificó para lidiar con los extranjeros y los conflictos internos, fue el que más perdió al ser asesinado en estos momentos. Al menos podemos decir que consiguió cambiar cosas que parecían inmutables; también es muy impactante ver cómo Soundwave se quiebra al ver que su líder, a quien siguió en tantas batallas, ahora luzca el símbolo de sus enemigos.

Sobre la construcción del arco final, es interesante que se haya mantenido con la misma base que se planteó desde mucho tiempo atrás, lo cual es difícil porque de por medio hubo dos retcon grandes y muchos vacíos argumentales. Se cierran muchos sub arcos, a saber: Jihaxus, Bee, Arcee en su trama de venganza, el falso dominio de Starscream, la redención de Metalhawk, y por supuesto, los dos pilares de toda esta historia. Hasta ahora, casi todo se ha tratado en el fondo de Optimus contra Megatron, así como del lugar del prime y los motivos del líder ‘con; esto significa que estamos al borde de una nueva era.

Team creativo

Argumento:                 John Barber – James Roberts

Arte:                            Andrew Griffith – Phil Jimenez – Brendan Cahill

Color:                          Josh Perez

Letra:                          Tom B. Long

Apartado técnico

Lo principal para terminar es hablar de cómo funcionaba la conexión de la maquinaria de Shockwave; tras la destrucción de Nova prime, quien había tomado la energía del universo muerto, esta carga fue atraída por un artilugio en este universo, canalizada a través de la conexión de Galvatron con ese sitio e imbuida en los amonites. Por esto, tras destruir la máquina, los pequeños robots colapsaron, ya que eran seres de este universo portando energía del otro, algo similar a lo que habría pasado con Kup y los otros de no ser intervenidos por Brainstorm.

Ha sido un camino largo pasar por este evento de doce números, dada la enorme cantidad de sucesos y personajes involucrados y la necesidad de relatarlo de forma clara pero dejando algunas cosas sin decir, porque como siempre, la mejor experiencia es leerlo.

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Nos leemos en pocos días en el siguiente análisis: Robots in disguise final

 

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