«¿Cuántos más tendrán que morir para que lo salves?'»

Spotlight Kup

El siguiente análisis incluye spoilers moderados y comprende los números unitarios dedicados a Kup, Nightbeat y Ramjet.

Kup es viejo. Muy viejo, es de los que ya estaban vivos en la era dorada de Cybertron, y fue de los pocos que con el pasar del tiempo no quiso hacerse mejoras físicas, lo que lo convierte en una auténtica reliquia viviente.

Pero su valor no es solo por su antigüedad.

Esta vez la acción nos lleva hacia un extraño e inhóspito paraje, ubicado en algún planeta recóndito. La nave en donde Kup y otros viajaban se estrelló y en apariencia él es el único superviviente; deambula por un sitio que no conoce, sin energía, sin amigos y sin posibilidades, pero es un viejo duro de derrotar y no está dispuesto a dejarse vencer con facilidad.

En la superficie del planeta en donde se encuentra hay unos extraños cristales por todas partes; parecen inofensivos, pero generan algún tipo de radiación que para el anciano es como una música, una droga que lo alimenta en cierto modo, y oculta parte del atroz presente que está viviendo.

Kup ha perdido por completo la noción de la realidad; no puede distinguir entre alucinaciones y verdad, y sus receptores ópticos son engañados por lo que ve, haciendo que perciba cosas de un modo distinto y amenazador. Siente que los cristales son una especie de seres valiosos que le proporcionan bienestar, y se siente amenazado por extraños seres de cuerpos grotescos que constantemente se acercan a los restos de la nave.

Está muriendo lentamente, pero no se rinde, y cada que alguien se aproxima, consigue sacar fuerzas y atacarlos. Al final, el juego de luces y sombras es lo único que lo acompaña, pero morirá peleando con todas sus fuerzas.

Es en esta parte donde nos enteramos de la realidad: el planeta está cubierto de una coraza cristalina de características radioactivas y cargada de niveles altísimos de energía volátil; este tipo de energía es lo que ha revuelto la mente de Kup, haciéndole ver a sus potenciales rescatistas como monstruos, debido a que el destacamento enviado utiliza corazas físicas para evitar que les pase lo mismo que a él. Al mismo tiempo, los cristales son tan inestables que aún con un disparo simple, se iniciaría una reacción en cadena que destruiría todo el cuerpo celeste.

La triste realidad es que el wrecker ha asesinado a sus propios compañeros.

Con la operación de rescate en peligro, Prowl ordena dejar al anciano morir y no desperdiciar oficiales y recursos, pero Springer se opone, justo a tiempo para que Trailbreaker llegue y salve el día gracias a su campo de fuerza.

Han rescatado a Kup, pero el precio ha sido demasiado alto.

Este cómic se aleja por completo de todo lo que habíamos leído antes en estos análisis; toda la parte de Kup  es negra, emocional, oscura y desesperanzadora, y transmite a la perfección la locura de la que es víctima el anciano; por otra parte, en cuanto es rescatado, podemos ver una arista que ya desde antes habíamos visualizado, pero no con esta intensidad: las fracturas dentro de los autobots son mucho más grandes de lo que aparentan, y aunque están por una misma causa, no todos tienen el mismo nivel de compromiso, y mucho menos el mismo orden de prioridades. Prowl maneja todo con extrema frialdad y está haciéndose del control de todo el mando autobot, lo que desde luego está en contra de los principios de algunos, y por supuesto no es conocido por Prime. Springer por su parte sabe que ha violado normas y sacrificado vidas, pero no puede dejar morir sin tratar de hacer todo lo que puede. Y tarde o temprano todas estas decisiones tendrán un costo.

En el apartado técnico podemos ver texturas robóticas primigenias, representadas en el anciano, con cables y válvulas que demuestran su antigüedad; además, hay una libertad total con las formas y proporciones, ya que no es necesario adaptar la figura a un modo alterno exacto.

En el apartado creativo tenemos a Nick Roche en el argumento y arte, con color de Andrew Elder y cover de Alex Milne y el propio Roche. Juntos crean una historia oscura y dolorosa, en donde cabe preguntarse cuánto vale la pena luchar para salvar una vida, y al mismo tiempo, cuánto de los principios propios puede perderse por cumplir un protocolo.

Participaciones y cameos

Además de los mencionados, Perceptor se encontraba en el centro de comando de la fracasada misión de rescate, y podemos ver el cadáver de Outback, aunque en su caso queda la duda de si murió en la caída de la nave o fue asesinado por Kup, aunque cierta página da luces tenebrosas sobre eso.

Spotlight Nightbeat

Nightbeat no es un autobot común; mientras en otros el fuerte es la estrategia de batalla o la fuerza de combate, en su caso es la investigación. Funciona en base a puertas y llaves, a descifrar acertijos y llegar hasta el origen de aquello que está analizando.

En esta ocasión nos trasladamos a Gorlam prime, mundo en el que Nightbeat se encuentra investigando la muerte de Krakon, un nativo del planeta Hyperion que se dedicaba a traficar de todo. La muerte de un mercenario no sería motivo de demasiada extrañeza, de no ser porque lo único que robaron de su nave es un dispositivo en donde se encontraría una grabación del Ark 01, la primera nave que salió de Cybertron mucho tiempo atrás.

Sucede que los números de las Ark no son casuales; la primera de ellas, con la insigne misión de explorar el universo hacia el espacio Benzuli, después de tiempo de viaje se perdió en las estrellas, y con el paso de los ciclos estelares, su historia se convirtió en una leyenda, y esa leyenda en un mito.

Al adentrarse en el planeta, el investigador descubre que la raza dominante ha evolucionado de orgánica a biomecánica, lo que podría ser similar, quizás, a los albores de la civilización Cybertroniana, excepto que en ese cuerpo celeste hay muestras de intervención externa.

No ha sido evolución, sino intervención.

A medida que avanza, nuestro intrépido investigador descubre una serie de niveles subterráneos, al pronto de los cuales hay una suerte de océano de proporciones inusitadas, y que, en vez de estar compuesto por agua o energía, parece lleno de una sustancia que dispara todas las alarmas.

Por desgracia estas señales llegan demasiado tarde, ya que casi de forma simultánea, aparece un grupo de transformers, y de las profundidades de ese misterioso mar emergen unas figuras irreales; sin tiempo para más conjeturas, Nightbeat toma el camino de salida, pero falla de forma absoluta y es capturado por sus perseguidores, quienes lo llevan a sus instalaciones con oscuros motivos.

Después de esto, nuestro detective se encuentra de regreso en su nave y es requerido por Optimus en persona, quien le solicita transportarse al comando terrestre.

¿Qué pasó con los hechos anteriores? ¿Cómo pudo olvidarlos?

En el apartado técnico regresamos al estilo que hemos visto profusamente en los números recientes; texturas cuadradas, viñetas muy cargadas de información y apariencias robóticas coloridas y con expresión.

En el apartado creativo tenemos a Simon Furman, con arte de Mo Bright, color de John Rauch y los épicos covers de Nick Roche que dan a esta historia los matices necesarios para tener un número cargado de misterio y eslabones perdidos, que sin duda tendremos la oportunidad de resolver más adelante.

Spotlight Ramjet

Un guerrero volador fiel a Megatron y a la causa decepticon ¿Es posible?

Mientras Megatron estaba resolviendo algunos asuntos antes de Infiltration, Starscream estuvo haciendo de las suyas en el planeta tierra, pero no fue el único que comenzó a saborear el deseo de poder y conquista.

Esta vez viajamos a la tierra para ver que Ramjet ha estado planeando derrocar a Megatron, pero con un plan más complejo que los de Screamer y orientado a un plazo más largo. Mientras se encuentra en patrullaje, recibe la visita de Skywarp a quien le ofrece ser parte de su nuevo orden universal, en donde desplazará al líder decepticon, y se hará con el control de la tierra y los cons.

Este plan involucra varios elementos, a saber: Una forma réplica humana insertada en un sitio estratégico de una ciudad en Estados unidos; una serie de micro robots ocultos en documentos, los que se infiltran en el Pentágono para poder utilizar los recursos humanos y descubrir una fuente de energía que le permita iniciar un nuevo liderato, y una maquina creada por mini constructicons que tiene como objetivo localizar a cualquier transformer en cualquier sitio; en su teoría, esto bastará para eliminar todo rostro de competencia, incluyendo a Megatron.

Sus planes se desbaratan por completo cuando el propio irrumpe en sus planes, devastando algo más que sus ideas ¿Cómo llegó hasta allí?

En el apartado técnico, podemos ver una total coincidencia con el estilo, modos alternos y esquemas generales de las localizaciones con lo que vimos en Infiltration y con la siguiente etapa, algo lógico si consideramos que esta historia ocurre virtualmente en paralelo con lo mencionado con anterioridad; sólo resaltar que el diseño tanto de los modos alternos como robot está mucho más pulido y detallado, algo que por supuesto, siempre se agradece.

En el apartado creativo tenemos a Stuart Moore como escritor, con arte de Robby Musso, color del buen Josh Burcham y un genial cover de Guido Guidi.

Figuras

A pesar de haber pasado por tres análisis, en esta ocasión hay poco que decir al respecto. En forma principal, resaltar a Ramjet que es un calco del codiciado Masterpiece del mismo nombre.

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Nos leemos en pocos días en el siguiente análisis: Escalation

 

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