“Perderás todo lo que tienes”

Esta nota contiene spoilers moderados del desarrollo de Superman y del universo DC rebirth, y comprende desde el número 17 al 18 de Superman.

Apenas estanos saliendo de todo lo que ocurrió con el Superman de China y la Justice league Incarnate, pero no tendremos tiempo para respirar.

Si recuerdan, Lois y Clark estaban intentando recuperar su calma habitual, cuando fueron necesarios en sus vidas fuera del condado de Hamilton; como pueden ver con más detalle en la revisión más reciente de Action cómics, ambos adultos tuvieron que encargarse de ciertos asuntos, y como Jon ya es un responsable chico de diez años, podía quedarse solo en casa sin mayores preocupaciones.

Lo que sería una inocente tarde de películas es interrumpido por Kathy, la vecina de los Kent, quien le pide ayuda porque su abuelo salió en busca de la vaca que ganó el premio del condado, y entrada la noche, ninguno de los dos ha vuelto.

Con el espíritu de héroe en la piel, Jon no duda en acompañar a su nueva amiga a buscar al perdido granjero, rastreando ambos las huellas de la vaca hasta el pantano , un sector donde el señor le advirtió a su nieta que no debía acercarse.

Por supuesto, los chicos hacen caso omiso de esta advertencia y se internan en el lugar tratando de dar con alguno de sus objetivos, pero todo sale mal y empiezan a ser acosados por monstruosos animales que parecen dispuestos a eliminarlos.

Con arrojo y mucha suerte, los intrépidos niños consiguen escapar y protegerse en una antigua casa, pero esta se empieza a derrumbar por sí sola; nuevamente presionados, logran huir y esconderse en un pozo, siendo encontrados por el abuelo de Kathy, quien les explica que lo que han vivido fue una serie de alucinaciones producto de los vapores tóxicos del pantano.

Pasada esta aventura, es una oportunidad para descansar y compartir en familia; es el aniversario del matrimonio, y los tres lo celebran en casa, con regalos y un pastel. Sin embargo, reciben una visita inesperada, que deja en su puerta un extraño objeto; Kal se da cuenta, quizás demasiado tarde, que el visitante no es un vecino, sino el supuesto Clark que ha sido una constante presencia molesta en sus vidas.

Lo que les ha dejado es un diario de recuerdos en el que hay fotos de la familia, pero en donde no aparece Jon en ninguna de ellas. Como si de una terrible anticipación se tratase, la casa empieza a arder en un fuego irreal, y pronto el propio niño comienza a desvanecerse en el aire; aterrorizado, Kal intenta protegerlo con su cuerpo, instándolo a no perder su mirada y luchar por quedarse con él, pero todo es en vano. Jon desparece, y junto con él, la casa, y todos los recuerdos impresos.

En el apartado creativo tenemos a Peter Tomasi y Patrick Gleason en la historia, con arte de Sebastián Fiumara y color de Dante Stewart para el número 17, incorporando a Mick Gray en las tintas y John Kalisz en el 18. Aquí hay dos misterios, el primero de ellos, autoconclusivo en apariencia, pero que podría tener una profundidad que hasta ahora no hemos podido ver, y el segundo, relacionado con todos los hechos inexplicables que rodean al otro Clark y a ese sujeto que desde un principio ha estado acechando.

En cuanto al arte, destacar el gran trabajo en los tonos oscuros y texturas terrosas, que ayudan a comprender mejor el ambiente de tensión que se vive cuando el ser más preciado para Lois y Kal se escurre entre sus dedos.

El siguiente análisis enlaza con Action cómics, ya que ambas historias confluyen en este punto.

Nos leemos en el próximo análisis: La última verdad

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