SINOPSIS: Aoki Takashi tiene treinta años y trabaja para una prestigiosa empresa de Tokio que exige a sus empleados tiempo y dedicación absolutos. Apenas queda espacio para la vida sentimental, pero Takashi se enamora violenta e inesperadamente de Yuko, una recepcionista con la que comparte clases de francés. Juntos empiezan una hermosa relación, llena de ritos cotidianos, que se ve amenazada cuando el heredero del poderoso banco Sumida se fija en ella y le pide oficialmente la mano a su padre.
Aunque escribe en francés, Shimazaki pertenece a la misma estirpe de grandes escritores contemporáneos japoneses como Haruki Murakami, Hiromi Kawakami y Yoko Ogawa, con esa combinación única de sensualidad y melancolía y esa atención a los pequeños y grandes cambios de la naturaleza y del alma humana.

 

Si hay una cultura que siempre me ha atraído desde mi infancia es Japón, el país del sol naciente, una cultura demasiado diferente a lo que nosotros conocemos. Que se caracteriza por el sacrificio, por el esfuerzo, por el honor, y por esforzarse al máximo en todo lo que hacen. Prueba de eso, es como se han puesto de pie pese a las peores tragedias, su «gambarimassu» es su grito de guerra y a la vez de empuje a nuevos desafíos que luego agradecen por haberlos tenido. Sí, Japón es un lugar que siempre me ha encantado e intrigado a la vez. A través de sus mangas y animés digamos que he podido conocer algo, pero, uno nunca debe cerrarse a conocer un poco de esta cultura en otro medio. En este caso de un libro que habla de un tema muy universal: el amor, pero bajo el prisma japonés.

Este es el primer libro que leo de la escritora Aki Shinozaki, japonesa, pero que lleva mucho tiempo viviendo en Canadá, y que tiene un estilo similar al que he leído anteriormente a Haruki Murakami, conmovedor, sensual y melancólico pero que a la vez es capaz de dejarte un sentimiento cálido en el pecho.

Reseña: 

La historia nos presenta a Takashi Aoki, un trabajador de una gran empresa que tiene todo: es sumamente exitoso pero, nunca ha sentido el amor hasta que conoce a una secretaria de reemplazo llamada Yuko Tanase, que además es, su compañera de clases de francés y posee el sueño de poder ir a la aventura a vivir a Canadá. Entre ambos nace una relación y eventualmente, el amor, y ambos se prometen eso, en medio de un contexto de un Japón que le ha costado volver a levantarse producto de las consecuencias de la segunda guerra mundial: la intervención de Estados Unidos y la deportación de soldados y civiles japoneses a Siberia, donde sufrieron las mismas vejaciones que en los campos de concentración alemanes.

De hecho, al pensar en el título de la novela, que ya es bastante evocador, casi romántico, alude al corazón de Japón, un país orgulloso pero herido tras dicha contienda. Por lo tanto todo, aunque mínimamente estable, de todas maneras amenaza con derrumbarse como una torre de cartas. Y es ahí cuando aparece el tercero en discordia: Takashi Sumida, el heredero del clan Sumida y dueños de un banco que sostiene la empresa en que trabajan Aoki y Yuko. Y la peor parte: está enamorado con Yuko y desea casarse con ella.

Con dolor, vemos como estos amantes se ven obligados a separarse y a tomar caminos diferentes, y justamente vemos esos caminos, que hacen, como se reponen a haber perdido algo tan hermoso, como esa herida caló en ambos corazones que de a poco responden las siguientes preguntas:

¿Cuánto dura el amor?
¿Bajo qué formas vuelve a encenderse?
¿Cuáles son las consecuencias del amor perdido?

La autora no solo se limita a contarnos la historia de los dos protagonistas principales, sino también de personajes menores que buscan su lugar en el mundo, amantes de la cultura de su país y deseosos de una vida digna, y que por amar tanto su cultura muchas veces deben callar ante lo que ellos consideren injusto porque, para ellos, el sacrificio es algo que deben hacer, es su deber, su honor.

Una de las cosas que más me gustó del libro, que nos enseña otros rasgos y datos culturales como  los ikebana ( arte japonés de arreglo floral), los waka (poemas de 31 sílabas) y a historia más antigua además de contar con un glosario que para alguien como yo que le encanta aprender todo tipo de datos de esta cultura, sin duda es un regalo..

Un excelente libro que habla muy humanamente de un sentimiento que sabemos, es sumamente universal, y que contado por la pluma de Shinozaki, que destaco mucho la sencillez con la que cuenta los acontecimientos que envuelven a los personajes, y que no cae en simples sentimentalismos pese a relatar hechos duros, pudiendo hacerlo. Todo eso hace que te deja una sensación melancólica, pero a la vez cálida de haber leído un relato único y no puedo más que recomendarla, porque no lo van a lamentar.

 

El corazón de Yamato está disponible en las mejores librerías del país, cortesía de Me Gusta leer Chile.  

 

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