Los videojuegos son quizás uno de los medios más efectivos a la hora de crear un mundo inmersivo, donde el jugador puede adentrarse y llegar a conocer cada rincón. A diferencia de otras formas de arte, como el cine y la música, un buen videojuego presenta una aventura interactiva, que da las  libertades suficientes para poder integrarse a él y descubrir qué es lo que esconde.

No todos los juegos tienen ambiciones tan altas. Muchos desarrolladores optan por crear títulos más sencillos (narrativamente hablando), cuyo principal objetivo no es más que entregar un buen momento. Sin embargo, ese no es el caso con “Fe”, juego que ante todo beneficia la estética de la naturaleza y la atmósfera de su mundo con tal de entregar una aventura cautivadora y memorable.

“Fe” es un juego creado por el estudio sueco “Zoink Games”, con el apoyo financiero de EA Originals, división de Electronic Arts dedicada al apoyo de la escena indie. Pertenece al género de plataformas y exploración conocido como Metroidvania, uno de los más populares entre los desarrolladores independientes. Pero, a diferencia de la mayoría, este se presenta como un juego de aventuras en 3D, lo que a su vez lo asemeja más al estilo de Zelda.

Fe es el nombre de la criatura que controlamos en el juego, una especie de zorro antropomórfico del que no sabemos mucho. Se encuentra dentro de un bosque frondoso donde conviven varias especies de animales en sus propios hábitat, relacionándose con la naturaleza e interactuando con ella. En éste predominan los colores fríos, con cielos púrpura y árboles azules,  iluminados por las luces neón que emanan de su flora y fauna.

La calma del lugar se ve interrumpida por los Silent Ones, unos seres que, sin tener un objetivo claro, han invadido el bosque, capturando a los animales y dominando sus territorios. En los momentos en que Fe se encuentra con ellos, el entorno se vuelve tenso, el cielo adquiere un tono anaranjado, y la sinfonía que hasta ese momento acompañaba a la naturaleza es reemplazada por sonidos mecánicos y terroríficos.

El objetivo del juego es lograr que Fe se conecte con la naturaleza y detenga a estas criaturas, descubriendo en el camino un modo de comunicarse con todas las especies del bosque y utilizar el entorno a su favor. Para esto, deberá aprender las canciones de los animales y hablar con ellos a través de éstas, con tal de sobrepasar desafíos, encontrar caminos secretos, y evolucionar con nuevas habilidades que van más allá de sus capacidades normales.

El enfoque principal de “Fe” es, sin duda, su estética. El uso de colores fríos ayuda a generar una atmósfera tranquila y a crear un mundo donde logramos sumergirnos fácilmente. La fantástica orquesta sinfónica de la banda sonora complementa de forma perfecta los visuales y al desarrollo de la historia. El uso de azules y morados en la naturaleza contrastan de forma efectiva con los amarillos, rojos y anaranjados de los Silent Ones y entregan un mensaje claro: ellos están ahí para destruir, y Fe es el único que puede detenerlos.

Sin embargo, esta motivación es lo único que queda claro en la historia del juego. Debido a la forma en que es narrado, sin usar palabras y dejando que el jugador observe por sí mismo el transcurso de los hechos, puede ser algo complicado seguir el hilo de lo que está pasando. No se conoce el objetivo ni el origen de los Silent Ones, tampoco la historia de Fe, ni el pasado del bosque donde ocurre todo. Esto último se puede observar en varias rocas con jeroglíficos ubicadas alrededor del mapa, que dan pistas de qué ha ido pasando en el mundo. Aún así, es el jugador quien debe interpretar esto de forma personal.

Para progresar en el juego, es necesario resolver desafíos de plataformeo y de sigilo, evitando ser atrapado por los enemigos, interactuando con la naturaleza y obteniendo ayuda de parte de los animales. La forma de comunicarse con ellos es a través de las canciones mencionadas anteriormente, diferentes para cada especie (seis en total), que son transmitidas a Fe por bestias gigantes una vez que él las ayuda.

El juego en sí no es largo, la aventura principal dura aproximadamente unas 6 horas, aunque este tiempo se puede extender al ir por un 100%, buscando y desbloqueando todos los secretos y coleccionables.

Existen tres tipos de coleccionables en el juego, dos de los cuales son vitales para comprender la historia: las rocas con jeroglíficos -que muestran el pasado del bosque- y las gemas, que permiten observar el origen de los Silent ones.

El tercer tipo de coleccionable consiste en unos cristales de color rosa que están esparcidos por todo el mapa. Si bien por sí mismos no tienen ninguna utilidad, al recolectar varios es posible desbloquear nuevas capacidades para Fe, que van desde el desarrollo de garras para escalar árboles hasta alas que le permiten volar libremente.

Como hemos explicado anteriormente, el área visual es la más importante en “Fe”, con gráficos que, aunque tienen acabados simples y no realistas, utilizan diversos efectos de luz y de partículas para lograr una apariencia onírica. A pesar de que esto beneficia al mensaje, trae consecuencias a su ejecución, especialmente en ocasiones donde hay demasiados objetos siendo procesados a la vez. El juego sufre caídas de FPS graves que, aunque no lo vuelven injugable, pueden afectar a la inmersión del jugador.

Otra consecuencia de la dirección visual es que la mayoría de las zonas del juego son similares, utilizan los mismos colores con mínima variación tonal, y están conectadas de forma confusa. El juego entrega formas de lidiar con la desorientación que esto puede provocar, al mostrar los objetivos actuales en el mapa (función que se puede desactivar) y brindar acceso en todo momento a un pájaro guía que muestre el camino a seguir. A pesar de que esta es una buena manera de encaminar al jugador, no es una solución perfecta ante esta problemática.

A pesar de estas limitaciones, «Fe» es un videojuego que, gracias a su presentación y su técnica narrativa, logra lo que muchos otros no pueden: entregar una aventura encantadora e inmersiva.

“En su centro, Fe es una narrativa personal acerca de nuestra relación con la naturaleza, el territorio, y sus seres vivos. Es una celebración muda de nuestro deseo de ser uno con el mundo que nos rodea. Una historia que nos recuerda que todo en este mundo está conectado, viviendo en un delicado balance que se ve amenazado constantemente. Es un juego lleno de descubrimiento, conflicto, y relaciones”. Con estas palabras el estudio Zoink Games describe a su juego, y sirven como un buen resumen para explicar la experiencia de “Fe”. Es un videojuego profundo, donde el jugador explora su relación con el medio ambiente y su conexión con el mismo. Sin utilizar palabras, y entregando muy poca información, logra dar un mensaje fascinante y abierto a la interpretación.

(Esta reseña fue escrita con la versión de Nintendo Switch. «Fe» se encuentra disponible también en PlayStation 4, Xbox One y PC).

 

Comenta con Nosotros