Adaptada de la novela de Miriam Toews de 2018, Ellas Hablan, está escrita y dirigida por Sarah Polley. Centrada en un grupo de mujeres de una comunidad menonita aislada que han sido drogadas y agredidas sexualmente, que se reúnen para decidir entre tres alternativas:

Quedarse y perdonar a los hombres culpables (única forma según su comunidad que pueden entrar en el reino de los cielos), resistir y luchar contra los hombres y el sistema o marcharse y dejar el único hogar que han conocido. Es una cinta contundente candidata a los Oscar, película que vimos y a continuación te contamos qué nos pareció.

Dirección: Sarah Polley

Guion: Miriam Toews, Sarah Polley

Reparto: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley

Título original: Women Talking

Reseña

La historia aunque es basada en una novela, está inspirada en hechos reales. Ellas Hablan adapta a la gran pantalla  la novela de Miriam Toews, escritora que nació en una comunidad menonita en Canadá la que abandonó cuando cumplió 18 años.
La novela se inspira en una historia real que ocurrió en una comunidad menonita de Bolivia entre 2005 y 2009.  En que mujeres y niños fueron drogados con aerosoles para anestesiar vacas (rociaban la sustancia a través de las ventanas de la casa para drogar a familias enteras, luego se colaban dentro de las mismas) y  violados en grupo, siendo sus perpetradores hombres de la misma comunidad. En 2009, dos hombres fueron detenidos cuando una víctima recuperó la consciencia durante un asalto resultando nueve hombres, de entre 19 y 43 años, detenidos que terminaron por confesar los ataques que habían cometido a lo largo de cuatro años. Las 130 víctimas de la comunidad tenían entre 3 y 65 años de edad. Durante el juicio, desarrollado a lo largo de 2011, siete de los ocho acusados fueron declarados culpables.

La cinta, es una adaptación humana y extraordinariamente bien desarrollada, que resulta imposible que deje indiferente a su espectador. Pasea por un sinnúmero de emociones y muestra las diferentes formas en que las víctimas van lidiando con las secuelas tanto físicas como psicológicas producto de las agresiones. La historia se desarrolla a través de un debate de las protagonistas en el granero, con momentos de conflicto y de humor, desvelando al espectador atisbos de la vida de estas mujeres desplegándolas por capas como una cebolla. El filme nos habla de sus sentimientos más profundos e invita a escuchar con atención la trayectoria del corazón de estas sobrevivientes.

Pone en contexto la re victimización de la que muchas veces son expuestas las víctimas de este tipo de agresiones, en que su propia comunidad las tacha de locas, relativiza la situación y derechamente acusa de ser intransigentes.


Es un viaje al interior del espacio humano y de la forma en que una víctima puede finalmente amarse, entenderse y comenzar su proceso de sanar, poniéndose como prioridad sin traicionar sus convicciones. Una película que sin duda todos deberían ver. Una joya, con interpretaciones brillantes y un guion potente e inteligente que muestra diferentes facetas de mujeres en una realidad donde muchos hombres  las invisibilizan y tratan peor que ganado, pese a su valor y aporte a la comunidad. Finalmente de fondo hay un manejo de poder que ellas desafían, buscando una forma de revelarse sin traicionar sus convicciones y a sí mismas. Mostrando el dilema de cómo hombres y  mujeres son víctimas del patriarcado. Donde los agresores son también víctimas del sistema y la educación recibida.   

En resumen: dura, humana y bella.

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