Desde el primer anuncio de que se haría una serie de Netflix con el diablo de Hell’s Kitchen en la gente se encendió una esperanza al ver que por fin se sacarían la estaca que fue esa película, y si la primera temporada fue impresionante, la segunda fue buena, en la tercera se nota que aprenden de sus errores de ritmo de la segunda temporada porque entregan lo que deben entregar y de una manera en que te deja en suspenso desde el minuto 1. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho antes de Daredevil? Que posee un ritmo envidiable que ninguna de las otras series Marvel que con el tiempo han sido cuestionadas que quizá, no deberían tener 13 capítulos sino que temporadas más cortas. Por eso Defenders tuvo 8 episodios, por eso la temporada de Iron Fist fue más breve.

Pero está claro que eso no tiene por qué pasar con todos, porque en el caso de Daredevil, la historia en 13 episodios, funciona. Porque la serie parte, como siempre ha sido con el personaje de Matt Murdock (Charlie Cox) al que le quieres dar un abrazo desde el primer momento. Matt, sobrevive a los hechos ocurridos en Defenders, pero ¿a qué precio? Perdió su vida de civil, su amor, sus amigos de los que están ahí pero prefiere tenerlos lejos para protegerlos, y lo más terrible es que se siente perdido y solo en un mundo al que parece darle lo mismo lo que él ha hecho por su ciudad.

Y ya no es el Matt Murdock que va al confesionario a decir que pide perdón por lo que va a hacer, porque incluso su fe está perdida, dado que ni siquiera su fe lo salvó de sufrir tanto. Y cuando lo ves así, por supuesto que tiene todo el derecho de estar enojado y dolido, pero como sabemos, no va a tener mucho tiempo de sentir lástima de sí mismo. Sin embargo,  la decisión que toma es determinante: Matt Murdock está muerto.

Y eso es una de las complejidades del personaje que más lo destaca entre los héroes de Marvel: Daredevil es un hombre católico (con todos los dogmas y creencias que eso conlleva) y es un abogado de día y vigilante de noche. En el fondo es una contradicción andante, pero como les decía eso es justo lo que hace que el diablo de Hell’s Kitchen sea tan importante y su serie en particular sea tan querida y esperada por tantos.

Sobre todo porque también sabemos que Matt Murdock aunque todo este perdido, se va a levantar, puede perder la vista, pero eso solo hará que se adapte a las nuevas circunstancias, si lo golpean, golpeará más fuerte, si se cae, se levantará, porque es capaz de escuchar cuando alguien está en problemas, y es capaz de llorar por la frustración que le produce el no poder ayudar a todos, escena de la primera temporada que en lo personal me impactó en su momento.

Somos los acompañantes silenciosos de Matt en su lucha por su renacimiento, pese a que siente que todo está perdido, y eso los guionistas lo adaptan de manera súper interesante, porque sientes el dolor de Matt, pero ves su lucha interna por recuperarse, redimirse y quizá poder recuperar su fe, en un guiño al arco de “Born Again”, el icónico arco escrito de Frank Miller y David Mazzucchelli.

Pero mientras Matt cae, del otro lado Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) se levanta nuevamente después de un tiempo en la cárcel y lo hace de manera magistral, aparentemente como un hombre arrepentido y renovado pero sabemos que esa verdad es solo a medias. Porque el Kingpin vuelve más temible que nunca, en un trato exclusivo en una jaula de cristal que termina controlandolo todo, porque quiere venganza. Y si, una vez más, Wilson Fisk se corona como el mejor villano Marvel. Su presencia es  siempre intimidante e hipnotizante. 

Pero mientras el Kingpin se reinventa, no es solo Matt quien intentará hacerle frente, sino que también sus amigos, quienes intentan vivir el duelo de la mejor manera. Tanto Foggy Nelson (Elden Henson) como Karen Page (Deborah Ann Woll) intentarán a su manera hacer caer a Fisk porque saben que no pueden dejarlo avanzar, y ambos actores se lucen mucho en sus roles, y muestran tanto a un elenco como la serie misma más madura y cautivante.

Finalmente, para tratar de no caer mucho más en el temido spoiler, les puedo contar la aparición de un nuevo villano, Bulleseye, con una adaptación bien interesante en la interpretación de Wilson Bethel que llega para ser una amenaza física para Daredevil, este es un agente del FBI que es inteligentemente manipulado por Fisk, y por supuesto que en las escenas de acción que tiene con el diablo de Hell’s Kitchen te mantienen pegado a tu asiento porque las escenas de pelea como es usual, no decepcionan.

La invitación está hecha, para que vean la caída y redención de Matt Murdock en una temporada que promete ser aún mejor que las anteriores.

Daredevil regresa el 19 de octubre, solo por Netflix. 

 

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