• Nombre: Creed III
  • Director: Michael B. Jordan
  • Elenco: Michael B. Jordan, Jonathan Majors, Tessa Thompson, Florian Munteanu, Wood Harris y Phylicia Rashad.
  • Duración: 1 hora 57 minutos

SINOPSIS

Adonis Creed ya ha llegado a la cima de su carrera y no tiene nada más que demostrar en el mundo del boxeo. Convertido en un ídolo, pasa sus días rodeado de su familia y seres queridos. Sin embargo, todo cambiará cuando regrese un fantasma de su infancia. Su amigo de juventud, Dame, que acaba de salir de la cárcel.

RESEÑA

La franquicia de Rocky es sin duda una de las más recordadas por todo el mundo, sea que hayas visto o no la película, la música de entrenamiento del boxeador es memorable a donde quiera que se vaya. Es ese cariño por estas películas que dejó a todos expectantes el 2013 con el anuncio Creed, el spin-off de la saga que nos introduciría a Adonis Creed, y la relación que tendría con su mentor, Rocky Balboa. Tanto la primera como su secuela fueron bien recibidas por la crítica y el público, al traer de vuelta el mundo del boxeo y toda la emoción que eso conlleva, además de hacernos recordar de permitirnos ver en pantalla a un personaje tan memorable.
Uno de los factores que los fans apreciaban era que Sylvester Stallone estuviera involucrado no solo como actor, sino que también en el guion y producción de las entregas, sintiéndose como que el intérprete podía elegir la vida que quería mostrar de su personaje. Sin embargo, en Creed III, Stallone decidió dar un paso al costado luego de polémicas que no vienen al caso. ¿Puede la saga continuar sin uno de sus personajes más queridos? Los invitamos a leer esta reseña.

Ya nos han demostrado que Adonis es un sensacional boxeador, por lo que en esta entrega se enfocan mucho más en desarrollar su personaje, ahondar en sus problemas y fantasmas del pasado que lo persiguen. Les guste o no, esto es posible al dejar de lado el legado de Rocky para permitir que Creed cuente su historia y nos permite conocer a nuevos personajes. Hablando de esto último, si ya era interesante el trasfondo de Dame “Diamond” Anderson, el hecho de que lo interprete Jonathan Majors le agrega una complejidad necesaria para ser el antagonista de la película, pero aun así lograr entender sus motivos. Es sin duda el mejor momento del actor, mostrando su calidad actoral y dejando más que claro que será un rostro que veremos en el futuro.

Además, tenemos el debut directoral de Michael B. Jordan, quien demuestra el cariño que tiene por su personaje y se da espacios emotivos que le ponen un freno a los golpes. Si bien el actor ya lleva más de dos décadas en la industria, y está más que consagrado, con esta película se abre camino para estar detrás de cámaras y sería bueno volver a verlo en ese rol. Pese a cambiar el foco de la historia y perder protagonismo las peleas, hay unas tomas sensacionales en el ring, pero es evidente que lo principal de la película son las emociones. Lo malo es que por eso que la trama y su desenlace pierden toda sorpresa alguna.
Aun así, es una gran película que se siente como una conclusión de la trilogía, pero que deja la puerta abierta para seguir expandiéndose. Para aquellos que amaron las dos películas anteriores, e incluso aquellos que no las han visto, es un imperdible para el fin de semana si las películas de boxeo son lo suyo.

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