Kirby debe ser una de las figuras más queridas de Nintendo y es el número uno de mi lista. La bolita rosada no debe ser subestimada al igual que la 3DS, que no se ha quedado atrás demostrando que lo compacto y simple sigue siendo preferido por algunos usuarios. El único problema de la ecuación con el título a reseñar es que vuelve, un salto de una consola a otra con casi 10 años de diferencia. ¿Será este un problema?

Kirby’s Extra Epic Yarn nos muestra como siempre a un hambriento Kirby que en su búsqueda de Maxi Tomate se encuentra con el malvado mago Zur-Zir quien transporta a nuestro héroe rosado al Reino de las telas, un paisaje lleno de telas e hilos del cual él también forma parte ahora.

En este nuevo lugar rescata al Príncipe Hilván, pero en el acto se da cuenta que ya no posee la habilidad de absorber al monstruo que perseguía al niño. Kirby tiene un nuevo cuerpo flexible que le permite adecuarse a situaciones complicadas pero que aún no comprende mucho, para esto es imprescindible la ayuda del príncipe que además le pide ayuda para volver a unir su mundo que fue cortado en siete pedazos por el villano.

Con ese argumento central, el juego de desarrolla como un clásico juego de plataformas, con objetos que recolectar y descubrir. El quitar el absorber de Kirby nos permite redefinir al personaje y ver sus capacidades de lucha que se ven reforzadas por tres transformaciones bases que dan más sentido la aventura: auto, pez y paracaídas.

Un arma principal es un hilo/látigo rojo que nos permite interactuar con el entorno bajo la lógica de hilos y telas. En algunos niveles, con ayuda de un potenciador, la nueva composición del personaje le permite transformarse en cosas divertidísimas, que si bien es por un corto tiempo, logra cambiar la jugabilidad y presentar nuevas mecánicas para cada ocasión.

Cada nivel cuenta con tres objetos escondidos, lo que nos entrega muchos coleccionables, en su mayoría objetos hogareños que nos serán útiles en el Modo Decorar.

El Modo Decorar funciona de manera externa a los niveles, con la premisa de decorar cuartos del edificio donde Kirby se aloja con el objetivo de atraer a nuevos inquilinos que traen refrescantes minijuegos. En decorar es la única vez que se aprovecha la pantalla táctil de la consola.

Una de las cosas que se suman a diferencia de la versión para Wii, son los cascos que nos dan habilidades especiales como provocar un pequeño torbellino que permite obtener gemas y destruir enemigos.

El juego puede sonar sencillo y de hecho, lo es. La versión nueva también agrega un “modo diabólico” que se activa antes de entrar a cada nivel, en el cual nos persigue un pequeño diablo que lanza proyectiles que debemos esquivar ya que solo contamos con cinco vidas.

Otra de las cosas que agrega la nueva aventura son dos minijuegos con niveles que se desbloquean a la par del modo historia y son protagonizados por dos queridos personajes. El primero es Correcorre Dedede, donde debemos correr rápido para llegar al final, esquivando todo lo que se cruce en nuestro camino y recogiendo la mayor cantidad de gemas posibles. Por otra parte, Meta Knight Desatado nos llama de recoger gemas mientras acabamos con enemigos, teniendo en cuenta las mecánicas que pide el personaje.

Con respecto a los gráficos, sí se ve mucho mejor, con formas más definidas y colores vibrantes que lo hacen adorable a la vista. La música se mantiene.

El juego es entretenido y de seguro lo seguiré disfrutando, pero como port no se siente orgánico y los ocho años le pesan. Se agradece la variedad pero no lo hace genuinamente más destacable que su anterior versión y creo que eso se debe a la falta de provecho que se saca de la consola. Agregar un disminuido uso de la pantalla táctil y negar la compatibilidad con modo 3D son detalles que si bien no son de lo más importantes, nos muestra cómo está enfocado este paso de una consola a otra.

 

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