Han sido meses para reflexionar hasta llegar a este día en donde creo que puedo poner las piezas en orden. En un día en que somos muchas las mujeres que saldremos a luchar por nuestros derechos, quiero hacer algo diferente.

Quiero invitarlos en un viaje a la década de los 90, en ese tiempo solía llegar de mi casa del colegio y encender la televisión para ver un programa en que daban series de “monos chinos”: en ese tiempo Saint Seiya – Los caballeros del Zodiaco era la gran novedad y con mis amigos en ese tiempo solíamos jugar a la era de las 12 casas. Y pese a que uno de mis personajes favoritos era Saori Kido, si era molesto tener que estar tendida en el suelo sin hacer nada y esperar a que me salvaran. Eso, o ser el malo de turno. (El puesto de Shaina era ocupado por una amiga)

Por lo tanto cuando en una de esas tardes encendí la televisión y ví que una muchacha rubia, de odangos peleaba en nombre del amor y la justicia, provocó un impacto en mí, algo que dura hasta hoy y que siento que hoy es la oportunidad perfecta para conversar: la importancia de Sailor Moon, y como su llegada significó algo más que la renovación del género del Maho Shojo (chica mágica). Porque eso hizo que las autoras se plantearan que sí en este género del manga se puede hablar mucho más que solo de la magia, sin Sailor Moon, no existe una Card Captor Sakura, todas las maho Shojo de hoy, existen gracias a Sailor Moon.

Sailor Moon marcó un hito y hasta hoy es recordada con cariño, y son muchas las mujeres que reconocen a Usagi Tsukino y sus amigas como una serie feminista, pero, ¿realmente lo es?

El feminismo se entiende como la igualdad política, social y económica de ambos sexos y la actividad organizada de las mujeres por sus derechos e intereses. En suma, la actividad que promueve el empoderamiento femenino y la igualdad.

Para este artículo tendré de referente a la clásica serie noventera, el manga, Sailor Moon Crystal y el live action.

 

¡Por el poder del prisma lunar!

 

Como muchos sabemos, Sailor Moon nació de la mente de Naoko Takeuchi en 1991 y en 1992 comenzó su versión animada un día 7 de marzo, quizá una forma de predecir lo fundamental que sería para una generación de niñas, su éxito supuso una revolución en lo que era el género del maho shojo. Hasta entonces, las series de este género como Sally la Brujita, usaba la magia como medio de diversión, y era solo una protagonista, ya que las amigas solían ser acompañantes o gags cómicos, por lo tanto la llegada de Usagi, Ami, Rei, Makoto, Minako, Haruka, Michiru, Setsuna, Hotaru y Chibiusa fueron un cambio importante: el núcleo era el equipo y la relación entre ellas, ya que, si analizamos bien, todas ellas -más allá del destino que comparten- no eran personas destinadas a conocerse.

Cada protagonista, -salvo Usagi/Serena– son personas sumamente solitarias que reciben a diario la discriminación por parte de sus pares. Ami por ser demasiado inteligente, Rei por sus poderes sobrenaturales, Makoto/Lita por su altura y su fuerza, y Minako/Mina por preferir más su carrera de Senshi que el compartir con sus compañeras de curso, aunque, al no saber ese detalle, la concebían como alguien no social. Usagi es quien las une, y básicamente su amistad es la fuerza que da vida a la serie, a través del formato que sea, ves cómo este grupo de niñas se ama profundamente, como se acompañan, se hacen bromas y se mantienen juntas pese a todo.

 

La luz de luna es un mensaje de amor

 

Cuando nos introducen a Usagi Tsukino, vemos a una clásica muchacha de 14 años que va al colegio, y por la tarde suele salir con sus amigas a disfrutar de los videojuegos y la comida. Es una chica que dice que es algo torpe y llorona (dependiendo de la versión que elijas realmente) Usagi es alguien que no es completamente madura que lo que desea más profundamente, es que nadie esté solo, eso es lo que resulta tan conmovedor y un excelente modelo a seguir por lo empática que es, ve lo mejor de las personas, incluso de sus enemigos, lo cual puede jugarle en contra por su extrema ingenuidad, pero es justo eso lo que más se destaca en ella: lo dulce y comprensiva que es Usagi, que abraza a sus amigas cada vez que puede.

A lo largo de la serie es a quien más le cuesta asumir su destino como guerrera, pero, poco a poco lo visualiza: porque ella no hay nadie que ame más que a sus amigas, (y a Mamoru) y la vemos que es capaz de morir por ellas. Cuando ve a su amado Mamo-chan atacando a sus amigas, ella lo asesina y después a sí misma para evitarles ese dolor a sus amigas, porque, el cristal de plata, la joya a la que todos los villanos de Sailor Moon, en el fondo es el corazón de Usagi que brilla con los colores del arcoiris. Y sus amigas, son las grandes motivadoras de su fuerza.

Usagi las entiende, las valora y sabe de sus sueños y cree intensamente en ellas, y eso será así sin importar el formato, eso también se transporta a las relaciones entre ellas,( sobre todo en el live action) si ven una injusticia para sus amigas, ellas se van a levantar y van a apoyar a las suyas, porque se trata todo de la hermandad que tienen entre todas, en el profundo amor que se tiene este grupo de amigas y que eso es lo más importante.

Como ven, el amor es algo bastante transversal de la serie, porque, si nos fijamos bien, en lo que es todas las encarnaciones de Sailor Moon es las fuertes emociones de Usagi y Chibiusa las que hacen reaccionar al cristal de plata, la primera cuando ve a Mamoru morir frente a ella por protegerla y Chibiusa cuando ve a Sailor Pluto al morir intentando salvar su alma de las garras de Némesis.

Al final, el más grande poder que poseen las Sailor Senshis no son sus poderes mágicos, sino el ser fieles a sí mismas y a las suyas.

El viento y las profundidades marinas

 

Con el amor como la base y el empoderamiento como uno de sus ingredientes, realmente no resultaba una decisión antojadiza que la sexualidad fuera otro condimento; aquí es donde entran Haruka Tenoh y Michiru Kaioh con su relación y la no conformidad de género que posee esta última ya que en el manga se le ve usar tanto ropa de mujer como de hombre y menciona que ella posee ambas fuerzas: tanto de hombre como de mujer. Diálogos que repercuten muy bien en lo que es la sociedad hoy. Por otro lado, su romance si es un tema en la serie, pero por el lado de que ambas son celebridades que salen juntas e incluso el mundo las “shippea” y les desea bien. Ellas junto a Setsuna después se dedican a criar a la joven Hotaru. En que, de acuerdo al manga, Setsuna se ocupaba de enseñarle acerca de la ciencia, Michiru del arte y la música y Haruka de los mimos y todo lo demás. 


Por otro lado, al examinar la sexualidad en Sailor Moon, existe el hecho no menor de tener personajes como Zoycite que era homosexual en la serie noventera pero al momento de doblarlo lo dejaron como mujer porque fue orden del cliente, el villano Ojo de Pez también era hombre pero, prefería vestirse de mujer.

O de las Sailor Starlights que en la serie de anime noventero eran hombres que se transformaban en mujeres pero en el manga siempre fueron mujeres, que se disfrazaban de hombres y tenían atracción por otras mujeres.

 

¡Abajo la discriminación sexual!

Sailor Moon en su momento fue un hito ya que uno de los aspectos que me gusta más en la serie noventera a pesar de que le tenga otros reparos es el hecho de lo crítica que fue siempre de su ambiente, de como Jadeite usaba trucos para atraerla apelando a lo que él llamaba “las debilidades de su género” como la joyería, gastar dinero, ir al gimnasio, ser una estrella, y a pesar de que Usagi y las chicas podían caer, se daban cuenta del engaño y muy seguido nuestra heroína le reclamaba “No te perdonaré por jugar con los sentimientos y sueños de una chica”, enseñándonos que, somos más de lo que creemos ser.

La lección que nos da Sailor Moon desde 1992 y es necesario que repercuta hoy, es que debemos ser fieles a nosotras mismas, que somos suficiente, que somos más que nuestras debilidades, somos más que nuestra historia, que da lo mismo si somos la más inteligente del curso, la estrella, o la chica más fuerte, que a la hora del final, siempre podemos ser una guerrera. Y que el cambio, lo vamos a lograr juntas, tomadas de la mano, porque juntas somos invencibles. Eso es lo que me llegó hasta el alma y estoy segura que marcó a más de una generación hasta hoy. Ese es, el impacto de Sailor Moon.

A modo de cierre, tengo muy claro que aquí solo estoy tocando de manera superficial todo  lo que es el legado de Sailor Moon, y ya habrán otras oportunidades de hacerlo. Por ahora, solo me queda dedicar esta nota a mis Senshis que son las mujeres de esta página y sobre todo a mi Sailor Moon personal. Sigamos la senda, sin rendirnos, porque los castigaremos en el nombre de la luna.

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