¿Recuerdan lo que era ser púber? Esos vergonzosos años en donde uno comenzaba a experimentar cambios corporales y de actitud que se alejaban completamente de la sencillez de la niñez. Esa época en la que la vida se nos comenzó a complicar, en la que las erecciones incomodas o la inseguridad que traía el crecimiento de las partes de nuestro cuerpo era lo común.
Pues alguien hizo una comedia animada sobre eso llamada Big Mouth, y créanme que es excelente-.

Big Mouth cuenta las aventuras de un grupo de chicos de entre 12 y 14 años que están en plena pubertad, y que tal y como dice el openning de su serie, están experimentando todo tipo de cambios. En sus desventuras y viaje de descubrimiento no están solos, pues nuestros protagonistas son acompañados de unos monstruos humanoides con mucho pelo llamados los “Monstruos hormonales”, quienes son literalmente la representación de las hormonas (y esa voz que los hace masturbarse cada una hora o simplemente gritarle a sus padres sin motivo alguno).

Si bien la primera temporada de la serie fue un éxito y fue realmente fue muy chistosa, haciendo bromas sobre la masturbación, la regla, los primeros romances y lo incómodo que es dejar de ser niño. La segunda temporada logra superar todo eso con creces y  además logra incorporar comentarios increíblemente profundos en esta comedia.

¿Pero qué es lo que la hace tan especial? Sobre todo en una época en donde las comedias animadas están experimentando un incremento en cantidad y calidad, con series como Rick n Morty, Bojack Horseman, Final Space…etc. Pues, una de las cosas que la serie tiene a su ventaja es que tiene un cast bastante agradable y simpático, niños que en el fondo de su corazón quieren ser buenas personas y resolver interrogantes como “¿quién soy yo realmente?”. En ese sentido, la  serie te hace sentir una gran empatía por estos chicos, sobretodo en sus situaciones más difíciles.
Como afrontar la separación de los padres, enfrentar los cambios corporales y las inseguridades que eso trae, las relaciones amorosas etc.  En el fondo, te hace reír y reflexionar sobre situaciones que todos hemos vivido (o visto vivir).

La serie también nos ofrece una mirada en la psicología de los niños, si bien los monstruos hormonales nos sirven para ver sus deseos carnales e instintivos (los que la mayoría de las veces los terminan metiendo en más problemas que en situaciones agradables),  también se incorpora a la mezcla, un nuevo personaje. “El Mago de la Vergüenza”. Y es cuando aparece este tipo, que la serie toma un giro profundo y reflexivo, sin dejar de ser chistosa.

“El Mago de la Vergüenza” es un ser que les habla a los chicos cada vez que ellos se ven en una situación humillante o sienten un gran arrepentimiento por algo que han hecho, es una voz que les dice lo feos, gordos, repugnantes, pervertidos, solitarios y miserables que son. Ver una representación tan fidedigna de la ansiedad social y la inseguridad que viene acompañada de esa época en la vida es bastante fuerte, pero bastante saludable.

Saludable en el sentido de que si bien, la serie contiene un humor y situaciones que es para mayores de edad, yo es algo que incluso recomiendo con los hijos o sobrinos que estén pasando por una edad similar y necesiten respuestas. Porque la serie cumple con poner los temas sobre la mesa de una forma entretenida y además da la pauta para orientar a los adolescentes (y adultos) para poder ser mejores personas.

 

La serie no tiene miedo de tocar temas como la depresión, la traición, la sexualidad responsable, la hombría y el amor propio. Pero siendo fiel a su estilo, nos bombardea con una comedia inteligente, que no cae en lo cliché y que en momentos, es de lo más retorcida. Riéndose de pederastas, política, la iglesia y por sobre todo, de sí misma (porque Big Mouth tiende a hacer trizas la cuarta pared).

Hay incluso episodios que contienen números musicales que hablan sobre el auto aceptación o el amor al propio cuerpo, pero que son muy chistosos y entretenidos de ver. Insisto, Piénsenlo bien, una serie sátira y comedia que hace tallas frecuentes sobre el semen, las tetas y el sexo, tiene más éxito en dar mensajes profundos sobre lo que es la sexualidad y lo que es ser adulto, que el 80% de los cursos de educación sexual que tuvimos muchos y que tienen ahora los niños.

En 10 capítulos la segunda temporada de big mouth logra divertir y más que eso, logra dar mensajes importantes de forma inteligente. Transformándola en una de las mejores series animadas del último tiempo.

 

 

 

 

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