Sinopsis: Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los libros y El café de Alejandría.
Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.
Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.
Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.

Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café…
…o tal vez por el destino.
Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia.

Es increíble como odio las historias románticas pero Elísabet Benavent es mi placer culpable. Esta autora me enamoró con su saga Valeria y ahora lo volvió a hacer con «La magia de ser Sofía».

Sofía es una chica que ronda los 30 años y trabaja de camarera en un local de café llamado «Alejandría». Comparte piso con otra persona porque su sueldo no es tan alto como para vivir sola. Su madre siempre la critica por ser gordita, por no tener novio, por no tener un mejor trabajo, etc. A pesar de esto ella es una chica alegre que ama su vida tal como es y ama su trabajo. Tiene tres amigos con los que se junta todos los viernes y una gata a la que adora como una hija.

Un día aparece en el local un chico guapo llamado Héctor quien será el que ponga de cabeza el mundo de nuestra protagonista y nos hará sufrir más de lo pensado.

«Señora podía haber entrado usted hace medio minuto, cuando se me escapaba la vida por la boca como si un dementor de los de Harry Potter estuviera chupándome la energía vital. Pero… esta tenía ciertamente toda la pinta de venir mandada por Lord Voldemort.»

El libro está narrado de manera que parezca que Sofía es nuestra amiga y nos está contando sus problemas lo que lo hace divertido y cercano. Pero eso no es todo, Héctor también tiene sus propios capítulos en el que nos cuenta las cosas desde su punto de vista para que no nos quedemos solo con una versión de la historia.

Se supone que es una historia de amor, el problema es que Héctor tiene novia hace 18 años. Podrían creer que es la típica historia de infidelidad y diversión pero no… esto va más allá.

«No hay terceras personas que destrocen algo que no tuviera grietas»

Sofía terminó su relación porque su novio la engañó con su amiga. Un día se plantó frente a ella y le dijo que estaba enamorado de otra, así de simple, sin culpa ni arrepentimiento. Ella sufrió mucho y pasó por una etapa en la que se daba asco a sí misma pero logró superarlo. El drama es que ahora ella está al otro lado y si sigue el coqueteo con Héctor se convertirá en la chica a la que siempre odió, la amante.

«Y así fue como me convertí en el tipo de chica que creí que me había jodido la vida. Así entendí que juzgar no tiene sentido, que la vida no es blanca o negra y que hablar del camino del otro si no has andado con sus mismos zapatos es absurdo»

El dilema es el siguiente… Héctor estaba mal en su relación pero ha pasado una vida al lado de una sola mujer, Lucía. De pronto conoce a Sofía y siente que es feliz con ella pero la conoce hace poco. ¿Estará dispuesto a dejar toda una vida atrás y empezar de cero con una nueva chica o se quedará con la chica de siempre por comodidad?

Sofía por otra parte se siente terrible, ella sabe lo que es ser la engañada y no quiere que Lucía pase por eso.

Me encanta como van sucediendo las cosas porque te das cuenta de lo complejas que son las relaciones amorosas. Un día conoces a alguien que te acelera el corazón y te hace feliz con su sola presencia pero eso no quiere decir que sean el uno para el otro porque puede que la otra persona tenga pareja. Si tiene pareja empiezas a cuestionarte si está bien o no verse, puesto que, se podría decir que tal vez estaba con esa persona y creía quererla pero eso era porque no te conocía a ti y que tú eres la indicada. Luego viene la gran pregunta ¿si la engañó a ella qué te hace pensar que no te va a engañar a ti?

«Llorar no es una debilidad, no muestra fragilidad, sino la valentía de saber hacerlo. Las cosas por las que lloramos dicen de nosotros algo que es posible que nada más en el mundo, ningún otro gesto o palabra, pueda decir. Y era lógico. Yo sabía que era lógico. Pero, como también comprenserás, me dolía. Una no imagina que el hombre de su vida va a llorar tanto por otra mujer.»

No solo de Sofía y Héctor se trata esta historia ya que también conocemos lo que le sucede a Oliver, un chico que se acuesta todos los fines de semana con chicas distintas intentando acabar con el vacío que siente. Nunca se ha enamorado y el sexo se convirtió en algo rutinario. Hasta que un día conoce a Clara, una mujer 15 años mayor que lo hará madurar y ver la vida tal como es, no como un cuento de hadas.

Esta historia me atrapó y me llegó más de lo que imaginé. No sé si sea porque acabo de cumplir 30 igual que la protagonista o porque yo también fui la que se metió en una relación de años y tuve que cuestionarme muchas cosas antes de realmente tirarme a la piscina de sentimientos sin miedo a perder. La cosa es que me encantó el libro, la forma en que está narrado, los personajes, todo! Terminé casi llorando y con una sensación de rabia porque muchas personas en el mundo real hacen lo mismo (no les diré qué es para no dar spoilers pero si leen el libro se acordarán de mí).

«Estamos obsesionados con la idea de que un cambio de década debe significar alguna cosa importante hasta el punto de deprimirnos porque nada nos azota con intensidad. yo no quería que ese fuera mi reflejo pero no podía evitar sentirme un poco alicaída. Viernes. Mi cumpleaños. Mi único plan una cena, esta vez en un restaurante con Mamen y Oliver.»

«La magia de ser Sofía» es el libro ideal para todo el que guste de los libros románticos disfuncionales que te rompen el corazón. Tiene algunas escenas de sexo explícito por lo que no lo recomiendo a niñas muy pequeñas.

La segunda parte y final de esta historia ya se encuentra en librerías y se llama «La magia de ser nosotros». ¡Muero por leerlo!

  • Le puse 5 estrellas en Goodreads.

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